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Con la apertura, el 21 de septiembre, de la tercera fase del parque High Line (la línea de tren sobreelevada convertida en jardín público en la zona de los mataderos de Manhattan), Nueva York completa su iniciativa urbana de mayor éxito de las últimas décadas. Tanto es así que el paseo de más de dos kilómetros suma ya cinco millones de visitantes anuales entre las calles Gansevoort y la 34, en el oeste de Manhattan. La firma de arquitectos Diller, Scofidio & Renfro, junto a la de paisajismo James Corner Field Operations, son responsables de este jardín aéreo que ha recibido elogios encendidos, como el del crítico de arquitectura de 'The New York Times', Michael Kimmelman: “Al igual que el Museo Guggenheim de Frank Gehry en España, este proyecto ha extendido un sueño, que tiene mucho de quimera, alrededor del mundo: ¿cómo un diseño excepcional —en este caso, un proyecto de arquitectura paisajística— puede alterar milagrosamente una barriada entera, incluso la suerte de toda una ciudad?”. Las fotografías que ilustran este reportaje, la mayoría de ellas de Chelsea, el barrio que rodea el parque High Line y también el barrio de las galerías de arte (más de 200), han sido captadas por la fotógrafa estadounidense Ana Nance. Después de una estancia en Madrid de 15 años, Nance ha vuelto a la ciudad donde se formó profesionalmente y ha salido a fotografiar el vecindario en el que se ha instalado. Imágenes de una zona ya imprescindible de Nueva York. En la fotografía, mural del brasileño Eduardo Kobra que recrea la famosa foto de 1945 'V-J Day in Times Square', de Alfred Eisenstaedt. Se encuentra en la Décima Avenida con la Calle 25, en Chelsea.
12 fotos

Nueva York a todo color

Un paseo por el barrio de Chelsea, donde se ha inaugurado la última fase del parque High Line

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