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Rutas urbanas

Aventuras en la montaña mágica

En verano, la barcelonesa Montjuïc se llena de actividades

Representación en el Teatre Grec de Barcelona, en Montjuïc.
Representación en el Teatre Grec de Barcelona, en Montjuïc.Consuelo Bautista

La montaña de Montjuïc se alza a poco más de 173 metros de altitud y es una de las zonas verdes más agradables de Barcelona. Durante el verano se convierte en el epicentro del panorama cultural de la ciudad gracias al Festival Grec (http://grec.bcn.cat/es), que ofrece durante el mes de julio una nutrida programación de teatro, música y danza.

Escaleras de los jardines de Laribal en la montaña barcelonesa.
Escaleras de los jardines de Laribal en la montaña barcelonesa.Consuelo Bautista

Los años 1929 y 1992 son dos momentos clave en la historia de la ciudad y de Montjuïc. La Exposición Universal de 1929 se encargó de urbanizar sus laderas y la dotó de magníficos edificios que, aunque nacieron para ser efímeros, algunos han perdurado hasta nuestros días. El acceso a la montaña por el paseo de María Cristina deja atrás las dos torres venecianas que flanquean el inicio de la avenida y justo delante se alza el palacio del Museu Nacional de Catalunya (http://museunacional.cat/es), con su cúpula inspirada en la de San Pedro del Vaticano. El MNAC invita a descubrir mil años de historia del arte catalán con sus magníficas colecciones medievales —románico y gótico—; arte moderno, como vanguardias, dibujos, grabados y carteles; fotografía y numismática. Una selección de obras de Fortuny, Gaudí, Nonell, Casas, Picasso o Dalí se puede visitar gratuitamente hasta septiembre.

Cerca del MNAC se halla otro de los hitos de la Exposición de 1929, el pabellón Mies Van der Rohe (miesbcn.com/es), espléndido ejemplo de arquitectura de la Bauhaus que albergó a la representación alemana y que fue destruido tras el evento y reconstruido en 1986 con toda fidelidad. Desde el pabellón se ven las torres de la antigua fábrica textil modernista C. Casaramona, obra de Josep Puig i Cadafalch, hoy sede del CaixaForum barcelonés (avenida de Ferrer i Guàrdia, 6-8; http://obrasocial.lacaixa.es/), que expone Sorolla, el color del mar hasta el 14 de septiembre.

La oferta nocturna de Montjuïc tiene su gran centro en el Poble Espanyol (www.poble-espanyol.com), también construido en 1929 con la vocación de mostrar la diversidad geográfica y cultural de España a través de 117 réplicas de edificios de toda la Península. Entre otras actividades proponen las Nits de blues (sábados a partir de las 20.00). Restaurantes, bares de copas o salas de conciertos llenan este recinto, que además se ha convertido en un referente en artesanía, con más de 40 talleres, y de arte moderno, gracias al Museo Fran Daurel.

La Fundación Miró de Barcelona, obra de Josep Lluis Sert.
La Fundación Miró de Barcelona, obra de Josep Lluis Sert.Consuelo Bautista

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El color de Montjuïc es el verde, la montaña es frondosa y ajardinada con parterres, glorietas, muy romántica, y con amplísimos jardines de especies mediterráneas pero también de los confines del mundo. El paseo por las apacibles calles conduce hasta la Fundació Miró (www.fundaciomiro-bcn.org), otra de las visitas imprescindibles de Barcelona y cuyo bellísimo edificio, de 1975 y obra de Josep Lluís Sert, aparece blanco y mediterráneo en el camino hacia la cima. La colección permanente comprende 217 pinturas, 178 esculturas, tejidos, cerámicas, obra gráfica y unos 8.000 dibujos del genial artista. Además, hasta noviembre de 2014, se puede ver De Miró a Barcelona, una muestra que habla sobre la huella que el artista dejó en la ciudad a través de sus emblemáticas obras urbanas. No solo su visita merece la pena, sino también hacer un alto para tomar algo en el patio de su cafetería.

Los delicados jardines de Laribal son una de las grandes joyas del monte —con sus pérgolas, cascadas, escalinatas y plazoletas— y uno de sus secretos mejor guardados. A través de ellos se llega a los jardines del Grec (la Rosaleda Amargós, obra de Jean-Claude Nicolas Forestier, 1929), que durante la celebración del Festival del Grec acogen conciertos. El Teatre Grec, sede principal del festival, que inició su andadura en 1976, también es una herencia de la Expo de 1929. Construido sobre una antigua cantera de la montaña, se inspira en el teatro de Epidauro. Las otras dos grandes instalaciones teatrales de Montjuïc también se suman al festival: el Teatre Lliure (www.teatrelliure.com), con espectáculos tan interesantes como Le capital, dirigido por Sylvain Creuzeuvault (del 24 al 26 de julio). Requiere una mención especial el restaurante del Lliure, abierto hasta dos horas después de la función, y el teatro municipal del Mercat de les Flors (http://mercatflors.cat/ es), con una transgresora programación, que ofrece en el marco del Grec un clásico de la escena catalana, Frida, dirigido e interpretado por Amèlia Boluda y el Ballet Contemporani de Barcelona (del 25 al 27 de julio).

Javier Belloso

Si no se quiere andar todo el día, el autobús 150 tiene parada en los lugares más destacados, hasta el castillo. El itinerario, muy agradable de recorrer también en bicicleta, permite contemplar las grandes obras que dejaron los Juegos Olímpicos de 1992, la otra gran fecha y revulsivo de la montaña: el estadio olímpico Lluís Companys, el Palau Sant Jordi, con su cúpula de Arata Isozaki, y la torre Calatrava. Final de trayecto en el castillo, que se convierte en un gran cine al aire libre en las noches de verano (http://salamontjuic.org). La última sesión (el 8 de agosto) hay película sorpresa y una gran fiesta en la explanada de la fortaleza. Las vistas del puerto desde sus torreones son espléndidas, así como la propia estructura defensiva con su forma estrellada, amplios fosos, baluartes y fortines.

Un paseo por el Jardín Botánico de Barcelona —otra joya de Montjuïc— antes de descender de la montaña. Dejamos atrás la avenida de Miramar, con su paseo aéreo en teleférico y el hotel Miramar (http://hotelmiramarbarcelona.com), enclavado en un palacete construido para la Expo de 1929 y que fue el hogar de los primeros estudios de Televisión Española. Y al regresar al paseo de María Cristina, sorpresa vespertina: al anochecer, de martes a domingo, se desarrolla el espectáculo de luz y agua de la Font Màgica. El sol se va ocultando cuando empiezan a surgir los primeros chorros de agua. La música acompaña este espectáculo de surtidores coloreados que se ha convertido en uno de los momentos más esperados para los visitantes de Barcelona.

Guía

Información

» Turismo de Barcelona (www.barcelonaturisme.com; 932 85 38 32) incorpora en su web un nuevo mapa interactivo —Zoom Barcelona— con hoteles, museos, transporte, restaurantes, tiendas y otros puntos de interés.

» BCN Tiendas (www.bcntiendas.com). Un directorio de comercios por barrios y productos.

» Teleférico de Montjuïc (www.tmb.cat/es/teleferic-de-montjuic).

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