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Dormir
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Iturregi, un caserío elegante en Getaria

Seis habitaciones y dos suites en la costa guipuzcoana

Exterior del hotel Iturregi, en Getaria (Guipúzcoa).
Exterior del hotel Iturregi, en Getaria (Guipúzcoa).

Zarautz, la del pequeño salón con tocador y unas vistas soberbias de la bahía zarauztarra. Orio, en la primera planta, con vistas al campo y a la piscina arcada del hotel. Zumaia, en la esquina de la primera planta, con vistas al verde desde sus tres enormes ventanales clásicos. Jaizkibel, para ver el mar y los viñedos de txacolí desde la bañera. Igeldo, la apoteosis del verde porque vierte al exterior una romántica balconada privada. Askizu, muy coqueta porque es abuhardillada y ofrece un cuarto de baño en mármol negro que es la intimidad en verso y prosa de Julio Cortázar.

Puntuación: 7,5
Arquitectura6
Decoración8
Estado de conservación8
Confortabilidad9
Aseos7
Ambiente7
Desayuno6
Atención8
Tranquilidad8
Instalaciones7

Pero no nos olvidemos de las dos suites principescas, con gasas, doseles y muchos quilates de interiorismo. Getaria, la mayor en tamaño y precio, abierta al encuentro de los pámpanos, el faro de la villa y el océano. Y, por último, Iturregi, bajo una cubierta de viguería fina con óculos, que da su nombre al hotel.

Litoral bravío

Desde la red de hoteles exclusivos que comanda Pablo Carrington, el lujo se entiende como la rutina cotidiana. No basta con sorprender. También hay que convencer. Y su intendente general, la francesa Lucie Lepretre, se presta a recibir al huésped con la convicción de que esta portentosa colección de habitaciones no tiene par en todo Euskadi. Porque alineamientos de viñedos, colinas exuberantes de verde charol, litoral bravío de ratones erizados y otras proteicas descripciones geográficas abundan en este país sin hartura turística aun. Pero urdimbres estilísticas como la remedada por la arquitecta Marina Lertxundi y el interiorista Daniel Rotaetxe solo tienen justificación cuando se pretende el goce del paisaje desde los sentidos, el exterior desde el interior, la luz desde el alma.

Una de las habitaciones del hotel Iturregi, en Getaria (Guipúzcoa).
Una de las habitaciones del hotel Iturregi, en Getaria (Guipúzcoa).

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Un salón de estar en la misma tesitura decorativa, una sala acristalada y un porche lateral completan el instrumental hospitalario del caserío. Lo mejor viene después, cuando cesa la lluvia. Una hamaca junto a la piscina, en las ruinas de una antigua granja. Un paseo a ritmo lento por el jardín, entre fuentes, estanques y arriates aromáticos. O echarse al volante para recorrer los contornos del hotel, con los viñedos ya mencionados, los caseríos vecinos dedicados al pastoreo de ovejas y bueyes, los acantilados y las bonitas playas que enmarcan la postal de Iturregi.

El hotel carece de restaurante, lo cual es una suerte que diríamos caída del cielo. Así no queda ninguna excusa para ir en busca de mesa al restaurante Elkano, en el centro de Getaria. Quien no ha probado su rodaballo a la brasa no sabe lo que es un rodaballo. El chef Aitor Arregui explica así cuál es el secreto del aderezo: “aceite, sal, dos padrenuestros y un avemaría”.

Hotel Iturregi

  • Categoría oficial: cuatro estrellas.
  • Dirección: Barrio Askizu, Getaria (Guipúzcoa).
  • Teléfono: +34 943 89 61 34.
  • Internet: www.hoteliturregi.com.
  • Instalaciones: jardín, piscina, terraza, salón de estar, bar, comedor Habitaciones: seis dobles, dos suites.
  • Servicios: algunas habitaciones adaptadas para discapacitados; animales domésticos prohibidos.
  • Precios: desde 180 euros la habitación doble, IVA incluido.

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