Fusco 2014, ágil y cadencioso

Xurxo Alba Padín, enólogo y viticultor, se ha convertido en pocos años en uno de los elaboradores más dinámicos y originales de Galicia. Lo demostró reorientando el negocio familiar de graneles con la refundación de la vieja bodega para elaborar el soberbio Albamar O Pereiro. Y lo confirma con vinos tan personales como los albariños Pepe sobre Lías y Albamar Moncha.

Aunque su pequeño viñedo e instalaciones se ubican en Cambados, Rías Baixas, no ha dudado en ampliar su actividad a Ribeira Sacra para incluir un tinto en su propuesta. Una decisión acertada. Sobre todo si, como es el caso, el vino se elabora a base de viejas cepas de mencía plantadas en las laderas pizarrosas y graníticas del gran meandro del río Miño, en Santa María de Nogueira (Chantada). Un paisaje mágico.

Fusco 2014 es un vino joven, pero con un año en botella que añade alguna nota de reducción, pensado para que el varietal muestre sus mejores atributos: nariz brumal, sugerente, fresca y perfumada, donde los frutillos de bosque se acicalan con ligeras notas de flor, recuerdos de matorral silvestre, balsámicos y terruño. Un tinto ágil, inmediato, de recorrido amable y cadencioso, que deja un deleitable recuerdo a fruta especiada. La sencilla dignidad de la mejor mencía.