Edificios y espacios de la capital francesa que recuerdan la imaginación desbordante del periodo de entreguerras
Figuras geométricas en el suelo del restaurante Prunier, templo del 'art déco' de París intacto desde 1924.ANTOINE DOYENEl restaurante Prunier visto a través de un espejo.ANTOINE DOYENEscalera del restaurante Prunier.Antoine DoyenUna taza del restaurante Prunier.Antoine DoyenTheatre des Folies Bergère, cabaré cuyo frontispicio de 1928 simboliza el 'art déco' parisino.ANTOINE DOYENDetalle de la fachada del Theatre des Folies Bergère, obra del arquitecto, decorador y pintor Pico.ANTOINE DOYENPalais Chaillot, desde el que se obtienen las mejores vistas de la Torre Eiffel, obra de los arquitectos Azéma, Carlu y Boileau.ANTOINE DOYENPalais de Tokyo, en la capital francesa.ANTOINE DOYENBajorrelieve del Palais de Tokyo.Antoine DoyenEscultura en el Palais de Tokyo, que alberga el Museo de Arte Moderno de París.ANTOINE DOYENFachada del Le Grand Rex, que con sus 2.800 plazas es uno de los más grandes cine-teatros de Europa.ANTOINE DOYENEl Paquebote, un edificio que recuerda la fascinación de la época por los transatlánticos.Antoine DoyenLe Paquebot, de 1934, obra de Pierre Patout, con sus azoteas que recuerdan la forma de un paquebote.ANTOINE DOYENInterior de la Iglesia de Saint Antoine de Padoue.Antoine DoyenRue Mallet-Stevens, en París, un ejemplo de arquitectura déco residencial que prefigura las líneas maestras del Movimiento Moderno.ANTOINE DOYEN"Los edificios han de levantarse como educadores de la multitud", decía Mallet-Stevens.ANTOINE DOYENUno de los hoteles 'particuliers' de la rue Mallet-Stevens.Antoine Doyen
