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Un 'spa' diferente en Madrid

El centro Lush Spa propone diversas terapias de relajación y estimulación sin jacuzzis, bañeras de hidromasaje ni aguas termales

La cocina del centro Lush Spa, centro terapéutico alternativo en Madrid.
La cocina del centro Lush Spa, centro terapéutico alternativo en Madrid.

El término spa es, en su origen, un topónimo: un centro termal situado en la provincia de Lieja (Bélgica), famoso por las propiedades curativas de sus aguas termales desde la época romana y que fue el sitio de recreo de las oligarquías aristocráticas y de la alta burguesía antes de la Primera Guerra Mundial. A partir del siglo XVII, el nombre spa se generalizó como nombre común para fuente termal o establecimiento balneario, en inglés, y después se extendió a otras lenguas. De ahí que, hoy por hoy, lo asociemos automáticamente a un espacio en el que el elemento principal es el agua.

Sin embargo, Lush Spa (Calle del Carmen, 24; +34 91 532 76 67) está en las antípodas de lo que todos conocemos. Aquí no hay jacuzzi ni bañeras de hidromasaje ni aguas termales, sino que se trata de un oasis para vivirlo en soledad, o en pareja, y recrearse en el ostracismo más absoluto.

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Está ubicado en la zona con más trajín de gente de Madrid y su máxima es mens sana in corpore sano. Porque todas y cada una de sus terapias van dirigidas a estimular de diferente manera el cuerpo y la mente, convirtiéndolas en una experiencia única e incomparable.

El spa fue inaugurado el noviembre pasado y consta de 200 metros cuadrados repartidos en dos plantas y cuatro salas de tratamiento. Aquí cada detalle tiene un sentido y su decoración a base de jarras de leche repletas de flores silvestres, tazas de té vintage, librerías de madera reciclada revestidas de libros y cuentos antiguos consigue trasladarte a la campiña inglesa y, a su vez, te invita a esa serenidad tan necesaria y tan complicada de conseguir por el frenético ritmo frenético de nuestra vida diaria.

Dos de las salas de tratamiento del centro terapéutico Lush Spa, en Madrid.
Dos de las salas de tratamiento del centro terapéutico Lush Spa, en Madrid.

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El elemento diferencial, además de sus productos “naturales, frescos y hechos a mano”, son sus protocolos –inspirados en fuentes tan diversas como el canto de los pájaros, la música tradicional inglesa, el aroma de un típico jardín inglés, la reconfortante taza de té en una casa de campo– y la música, fundamental en todos los tratamientos, ya que cada uno tiene su propia banda sonora terapéutica e innovadora. De hecho, todas ellas han sido realizadas gracias a la colaboración entre Mark Constantine, cofundador de Lush, y el músico y productor discográfico (nominado a los Grammy) Simon Emmerson, junto a su banda de folk.

Actualmente, el spa consta de una selección de ocho tratamientos estimulantes, calmantes, reconfortantes y evocadores. Un regalo para los sentidos.

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