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Cuatro hoteles curiosos en Róterdam

Desde dormir en una antigua central eléctrica hasta alojarse a bordo de un barco atracado en el puerto, cuyo interior parece sacado de la serie ‘Mad Men'

Bar del hotel STROOM, en Róterdam (Holanda), que ocupa el rehabilitado edificio de una vieja central eléctrica.
Bar del hotel STROOM, en Róterdam (Holanda), que ocupa el rehabilitado edificio de una vieja central eléctrica.

Escoger bien un hotel puede marcar el éxito de nuestro viaje. Aunque para muchos el alojamiento no sea más que un lugar donde dormir, muchos otros viajeros buscan lugares especiales que se convertirán en efímero hogar durante el viaje.

Solemos escoger un hotel por el precio, ubicación o las vistas, por si cuenta o no con wifi, porque tiene un bar especial, un desayuno delicioso o un servicio de habitaciones peculiar. Pero también buscamos un hotel por su historia y el pasado que encierran sus paredes.

Te descubrimos cuatro hoteles peculiares de Róterdam (Holanda) característicos por su pasado, por la historia del edificio que los alberga o porque forman parte del legado patrimonial de la ciudad. Todos encierran un relato singular que viene de lejos entre sus muros y que, en definitiva, conforman su esencia.

01 El hotel del Sr. Pincoffs

Baño de una de las habitaciones del hotel Pincoffs, en Róterdam (Holanda).
Baño de una de las habitaciones del hotel Pincoffs, en Róterdam (Holanda).

La mente visionaria del Sr. Pincoffs, hombre de negocios y político holandés, le llevó a crear a finales del siglo XIX la primera aduana portuaria de Róterdam, el nacimiento de lo que décadas después se convertiría en uno de los puertos más grandes del mundo. Y aunque la historia personal de Pincoffs estuvo marcada por éxitos y fracasos –acabó huyendo con su familia a Estados Unidos para evitar la cárcel por fraude–, parte de su legado ha quedado recogido en uno de los hoteles con más encanto de la ciudad.

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Edwin van der Meijde y Karen Hamerlynck, experiodistas y padres de trillizas, vieron en este edificio un lugar ideal para construir un pequeño hotel, seducidos por su pasado y su ubicación, con vistas al río Moza. El proyecto de planificación y remodelación iniciado en 2002 duró casi seis años y convirtió esta antigua oficina aduanera de 1879 en un pequeño y precioso hotel boutique que une lujo discreto y diseño.

El Hotel Pincoffs esconde detalles históricos (preguntad por la caja fuerte, las escaleras secretas o el especial libro de visitas), muebles antiguos y obras de arte y diseño; algunas de las habitaciones han sido decoradas por artistas como Liesbeth van Ginneken o Marlene den Dekker. También el excelente trato del personal y su deliciosa comida ecológica, a partir de productos artesanos: es famoso su delicioso desayuno y las colaboraciones gastronómicas de chefs como Erik Van Loo del restaurante Parkheuvel (dos estrellas Michelín).

Además esta reconocido como hotel sostenible y desde abril de 2011 cuenta con un bosque propio en Panamá: el bosque Pincoffs. A cada grupo de clientes que alquila sus salas de reuniones se les obsequia con un árbol, plantado en este bosque.


02 Dormir en una antigua central eléctrica

Restaurante-brasserie del hotel STROOM, en Róterdam.
Restaurante-brasserie del hotel STROOM, en Róterdam.

La vieja estación eléctrica del muelle de Lloyd, la primera en suministrar electricidad a la ciudad de Róterdam y desconectada definitivamente a finales de los años 80, acoge actualmente al hotel Stroom. En 2005, una parte de la antigua fábrica se destinó a un hotel y un restaurante, pero fue a partir de 2013 cuando los hoteleros Edwin van der Meijde y Jantiene Berg convirtieron Stroom en el actual hotel urbano y de diseño industrial. Un lugar especial que une pasado y presente con elementos como la enorme grúa de la antigua fábrica que cuelga del techo de la recepción. O mediante piezas artísticas contemporáneas que recuerdan el pasado industrial del edificio, como la instalación de Ka-Lai Chan, que consiste en un conjunto de líneas de alta tensión que dibujan su propio recorrido en las paredes y techo del restaurante del hotel y que “arrojan nueva luz” a la barra y las mesas del local.

No se trata de un hotel al uso, empezando por las habitaciones: muchas son de dos pisos, otras se presentan como apartamentos tipo loft y todas destacan por fantásticos baños. Además, el restaurante, brasería y cafetería ocupa un mismo espacio donde podrás desayunar, comer o cenar a base de productos locales preparados por el chef, o preparar tu propia barbacoa en la terraza. Pero también podrás comprar pan recién horneado en la panadería o verdura fresca en el pequeño mercado de productos locales y artesanos ubicados dentro de las instalaciones del hotel. Y cada jueves podrás asistir a la grabación del programa Media Café de la televisión local RTV Rijnmond.


03 Viajeros al barco

Restaurante del hotel SS Rotterdam, a bordo del barco 'De Rotterdam', atracado en el puerto de la ciudad holandesa.
Restaurante del hotel SS Rotterdam, a bordo del barco 'De Rotterdam', atracado en el puerto de la ciudad holandesa.

Que el hotel esté ubicado en un barco de 1959 conocido como La Gran Dama (su nombre original es De Rotterdam) tiene su aquel. Pero si además le sumas que la mayor parte de sus instalaciones están perfectamente restauradas y parecen sacadas directamente de la serie Mad Men, no podrás resistirte a visitar este alojamiento lleno de glamour y al más puro estilo old-fashioned.

Visitar el SS Rotterdam permite regresar a la década de los 50 y al pasado viajero de la ciudad. Varios voluntarios que trabajaron en el barco (estuvo en activo más de 40 años) explican, anécdotas incluidas, esta particular historia de aventuras, desventuras y peligros en alta mar. Así que, aunque no tengas intención de alojarte, resulta estimulante una ruta guiada por sus instalaciones. Podrás visitar el teatro, el casino, la discoteca y el bar, incluso la habitación del capitán; descubrir sus obras de arte, pinturas y murales, así como las alfombras y la decoración que te transportarán directamente a mediados del siglo pasado. También se puede disfrutar de buena comida a bordo en cualquiera de sus dos restaurantes, bares o en la terraza con piscina y zona de recreo.


04 Rumbo a las Américas

Habitación de dos plantas en el emblemático hotel Nueva York, en Róterdam.
Habitación de dos plantas en el emblemático hotel Nueva York, en Róterdam.

El Hotel New York de Róterdam es un tributo a todos los viajeros, pero sobre todo representa la memoria de los miles de inmigrantes que desde aquí salieron rumbo al continente americano: está ubicado en la antigua sede de la empresa Holland-America Line, dedicada a transporte marítimo y de pasajeros, que marcó un antes y un después en la historia de la migración. Y es que en el último cuarto del siglo XIX zarparon desde aquí más de 120.000 000 pasajeros, muchos de los cuales dejaban Europa rumbo al Nuevo Mundo para escapar de la persecución religiosa o de la pobreza.

En 1984 la oficina se cerró y el edificio se puso en venta. Años más tarde fue recuperado y convertido en hotel por un grupo de emprendedores locales, y así, desde 1993, vuelve a ser un lugar de acogida de viajeros y turistas y uno de los iconos emblemáticos de la ciudad.

El hotel cuenta con 72 habitaciones inspiradas en el mundo de los viajes y sus protagonistas, los viajeros, con reminiscencias al pasado y excelentes vistas al río desde casi todas ellas. A destacar el excelente bufé del desayuno y las típicas bitterbollen (aperitivo holandés) de su restaurante. Y por supuesto, la terraza en verano. Tampoco hay que dejar de visitar la Barbería New York, ambientada en los años 30, y probar (ellos) su auténtico afeitado italian style, a navaja y con toallas calientes.

Más planes para una escapada a Róterdam pinchando aquí

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