Sin bañador en Cantarriján

La playa de Cantarriján, en Almuñecar (Granada), la más occidental de la denominada Costa Tropical, es el lugar perfecto para los nudistas, pero también para los que no quieren deshacerse del textil del traje de baño. No es la única playa naturalista del litoral granadino, pero sí una de las más escondidas, gracias a su entorno natural.

De aguas turquesas y limpias, idóneas para hacer esnórquel, Cantarriján, que toma su nombre por el barranco donde se ubica, se encuentra dentro del espacio protegido del parque natural Maro-Cerro Gordo, que se extiende en una franja de 12 kilómetros de largo paralela a la línea de costa entre los términos de Almuñécar y Nerja.

Llegar hasta la orilla de las dos bahías que componen esta playa, separadas y rodeadas por terreno rocoso, se convierte en una pequeña aventura. O se es una cabra montesa, de esas que bajan a nutrirse de la sal marina, que también rondan por la zona, o se accede a ella a pie o en transporte público. La inaccesibilidad se debe a la protección ambiental que prohibió el paso a los coches hasta las arenas de esta playa. Así, para tratar de conservar el entorno natural, desde 2007 hay un servicio de microbús (dos euros) que desde las nueve de la mañana hasta las ocho de la tarde lleva y trae, cada 10 minutos, a los bañistas más comodones desde el parking en lo alto del paraje. Ese es el punto donde se limita el acceso, junto a la nacional 340, hasta el nivel del mar.

Una vez junto al mar, el bañista echará pocas cosas en falta, incluso si ha olvidado los filetes empanados y la tortilla de patatas en casa; en el reducido espacio aparecen dos chiringuitos, la Barraca y la Bola Marina, que ofrecen pescaito frito y marisco fresco a precios razonables, además de un servicio de alquiler de hamacas.

Como en la mayoría de las playas naturistas, no está prohibido usar el traje de baño, pero el paisaje ha propiciado una separación de aquellos que van con textil y los que no hacen uso del mismo. Así, de manera natural. A un lado del acantilado, separado apenas por una pared rocosa y al que se accede desde la orilla del mar, la mayoría de turistas disfrutan de la playa sin que el sol les deje ninguna marca. En la primera bahía, a la entrada de la zona de baño, donde se reparten las hamacas de alquiler y las sombrillas, muchos más visitantes se esconden tras sus bañadores y bikinis. En lo que todos coinciden, nudistas y vestidos, es en el deseo de querer deshacerse del polvo del asfalto y del estrés de otras playas de la zona, atiborradas de veraneantes y domingueros.

Y ya que vas… Una visita a las Cuevas de Nerja, Patrimonio Cultural y Natural y unas de las grutas españolas más conocidas, que se encuentra a sólo 20 minutos en coche a través de la carretera nacional 340, en la localidad de Nerja (Málaga). Durante el mes de julio, merece la pena acercarse hasta el festival Jazz en la Costa, que se celebra en el Parque del Majuelo (Almuñecar). A lo largo de las 27ª ediciones de este evento musical han pasado figuras internacionales como Paquito D`Rivera, Tete Montoliú, Chano Domínguez y Chucho Valdés, entre otros.