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La vuelta a Taiwán en bici

La Formosa 900 es una prueba que recorre más de 900 kilómetros de la isla en nueve días

El japonés Shota Morohashi recorriendo Taiwán en bici.
El japonés Shota Morohashi recorriendo Taiwán en bici.Daniel García

En los últimos años, Taiwán vive una auténtica fiebre por el ciclismo. La geografía idónea de la isla, las infraestructuras creadas para las bicicletas y la implicación de los taiwaneses a nivel público y privado con este deporte han provocado que el número de ciclistas, tanto locales como extranjeros, se haya disparado. Muestra de ello es la Formosa 900, una prueba que consiste en dar la vuelta en bici a la isla en nueve días (algo más de 900 Kilómetros).

Uno de los objetivos de la Formosa 900 es que pueda participar todo el mundo sin importar la condición física o la edad; en la última edición un equipo lo formaba un grupo de discapacitados y hubo participantes septuagenarios que acabaron los más de 900 kilómetros sin problemas. Celebrado el pasado mes de noviembre, en la prueba de 2013 participaron varios equipos desde diferentes ciudades de la República de China. Los tres equipos que salieron este año desde Taipei pasaron por Yilan, Hualien, Kaohsiung o Taichung, por citar algunas de las ciudades recorridas.

Esta carrera de nueve días va más allá de lo deportivo, aquí no importa quién llega primero, lo que se celebra es un estilo de vida y el afán de superación. Para algunos de los participantes, como el japonés Kishu Sakamoto o el taiwanés David Chang, suponía el reto de enfrentarse a más de 900 kilómetros después de haber sufrido un accidente de bici en el pasado. Para otros como Tony Lo, CEO de Giant que volvía a dar la vuelta a Taiwán en bicicleta por quinta vez, se trataba de volver a reafirmar su compromiso con ese estilo de vida.

Bicis en un tren de la isla.
Bicis en un tren de la isla.Daniel García

A lo largo del recorrido es fácil encontrarse a otros ciclistas que no tienen nada que ver con el evento; el japonés de 26 años Shota Morohashi es uno de esos moradores de las carreteras taiwanesas sobre dos ruedas: “Compré la bicicleta especialmente para este viaje. A pesar de que no hablo chino la gente se muestra muy amable allá por donde paso”. En Taiwán es común que las estaciones de policía en las rutas ciclistas sirvan de estación de reposo o reparaciones para los ciclistas, a pesar de que uno no se maneje bien en mandarín.

La Formosa 900 es la punta del iceberg de la fiebre que vive la isla por las bicis. A pesar de que la capital, Taipei, sigue siendo un hervidero de scooters, la llegada del sistema de arrendamiento de bicis youbike está transformando el color de las calles. El naranja de las bicis de alquiler se deja ver con fuerza en la ciudad y las estaciones no dan abasto a la demanda. Es el fin de semana cuando los taiwaneses utilizan con más asiduidad la bicicleta, recorriendo algunas rutas que quitan el aliento, como las que transcurren entre Hualien y Taitung a través de las autopistas nueve y once o la del lago del sol y la luna, incluida en el top ten de las mejores rutas ciclistas del mundo de la CNN travel.

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La película taiwanesa Island Etude tiene bastante culpa de esta pasión que viven los taiwaneses por recorrer la isla en bici. En el film, un joven sordomudo se lanza a la carretera cargado tan solo con una bici, una mochila y una guitarra . Pero sin duda uno de los grandes responsables de la revolución por el vehículo de dos ruedas que vive Taiwán es King Liu. El fundador de Giant se ha propuesto convertir Taiwán en la isla de las bicicletas y a base de dar ejemplo lo está consiguiendo. El año que viene cumplirá 80 años y para celebrarlo promete volver a recorrer la isla en bicicleta una vez más.

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