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24 horas en... Brixton

La movida jamaicana de Londres

Al barrio de Brixton le precede su mala fama por las protestas de 2011, pero se ha convertido en una zona ineludible por sus exóticos restaurantes, su mercado y su noche de fantástica música en vivo

Actuación en una calle del londinense barrio de Brixton.
Actuación en una calle del londinense barrio de Brixton. Álvaro A. Ricchiardelli

Lo que está pasando en Brixton no es normal. En Berlín, Nueva York, París o cualquier gran ciudad siempre ha habido barrios que se ponen de moda, lugares que de repente explotan y atraen a todo tipo de gente (generalmente artistas / creativos) que lo transforma.

Pero estos procesos suelen tardar años, muchos años. En Brixton, la cosa ha ido bien rápido. Desde hace poco menos de un lustro, los modernos londinenses han comenzado a huir de los otrora trendy (y ahora masificados) barrios del este (con Shoreditch a la cabeza) y han emprendido viaje hacia el sur del río.

Y es que, a pesar de su mala fama, Brixton (uno de los principales escenarios de las protestas de 2011) ha logrado enamorar a hordas enteras de jóvenes atraídos por el carácter, la fiesta, la oferta gastronómica y cultural y ese sentimiento de comunidad todavía palpable en un barrio que, a pesar de estar de moda, se niega a perder su identidad.

9.00 Aires del Caribe

Aunque Brixton es un barrio jamaicano (no hay más que entrar a cualquier de las docenas de supermercados caribeños que abundan en sus calles), no hay mejor forma de empezar el día que con un típico desayuno inglés en Duck Egg (1). A dos pasos de la salida del metro, esta pequeña cafetería se llena los sábados y domingos por la mañana de jóvenes con camisas de franela que engullen desayunos del tamaño de un plato combinado. Los ingredientes usados vienen del mercado cercano y, como su nombre indica, aquí la especialidad son los huevos de pato. Vale la pena también pasarse por la librería Bookmongers, justo enfrente, si se tiene ganas de revolver un poco e intentar encontrar alguna joya de segunda mano.

11.00 Gente de todos los rincones

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Puesto de frutas en el mercado de Brixton (Londres).
Puesto de frutas en el mercado de Brixton (Londres).Carlos Álvarez

La mayor parte de la gente que va a Brixton lo hace por una razón: el Village (2). El Village es el mercado de toda la vida del barrio (con techo, a la manera española) reconvertido en posiblemente uno de los enclaves gastronómicos más estimulantes de Londres. Los puestos de frutas, verduras o los todo a cien han ido dando paso en los últimos años a pequeños restaurantes o puestos de ropa a los que llega gente de todos los rincones de Londres para comprobar por qué todo el mundo habla de Brixton.

El Village está de moda, pero empezó de manera humilde: en 2009, los pocos comercios del lugar estaban de capa caída, y el mercado había sido adquirido por una empresa que planeaba demolerlo para construir viviendas. Un grupo llamado Space Makers se comprometió a recuperarlo y entregó algunos de los locales a gente del barrio con ideas de negocios. En poco tiempo, la cosa se activó y ahora aquí no solo se come: hay tiendas de música, de ropa vintage e incluso galerías de arte.

13.00 Comida de México a Japón

A la hora de comer no habría que perderse las hamburguesas de Honest Burgers, ni la sopa de Mama Lan (Thai), ni los dumplings de Happy Dumplings, ni olvidarse del okonomiyaki del japonés Okan. Y si con eso no hay suficiente, todavía queda un maravilloso tailandés (el Kaosarn) o un delicioso mexicano (Casa Morita). Cornercopia, que fue uno de los primeros restaurantes en abrir en el mercado, es también una buena opción. Su dueña, Anne, que comenzó vendiendo mermelada en un espacio mínimo con tan solo dos enchufes, cuenta que hace pocas semanas han tenido que expandirse a otro local donde poner una cocina. No quiere hablar de gentrificación, sino de empoderamiento, e insiste en la importancia de lo local, ya que aquí se usan productos de granjas lo más cercanas posible a Londres.

17.00 El café de la tarde

Un puesto de tartas en Brixton, el barrio de moda en Londres.
Un puesto de tartas en Brixton, el barrio de moda en Londres.Gianluca Santoni

Si hace buen tiempo, vale la pena darse una vuelta por el parque Brockwell (3), y si el tiempo no es muy bueno, nada mejor que el Ritzy (4) para un café por la tarde. El Ritzy, un cine que es además una institución en Brixton, abrió en 1911 con el nombre de Electric Pavilion, y a pesar de haber sido renovado aún conserva su estupenda fachada art déco. Otra opción es pasarse por alguna de las galerías de la zona, entre las que destacan Photofusion (5) (fotografía) o Block 336 (6), un espacio de arte entre cuyos fundadores está el madrileño Xabier Baterra.

19.00 Cena con aromas de Eritrea

Para cenar (recordemos que estamos en horario británico), una buena opción es el Asmara (7), un restaurante eritreo cuya modesta decoración engaña: la comida es espectacular. Y el plato estrella es el tradicional Meeob para dos (hay versión vegetariana también), que consiste en unas cinco crepes extendidas en una enorme bandeja de metal, sobre los que se sirven cinco porciones de distintas especialidades del país.

21.00 La pinta más barata

javier belloso

Para tomar la primera hay infinidad de opciones. Los locales van al Beehive (8), que tiene (a dos libras) quizá la pinta más barata de Londres. Suele estar hasta arriba los días de concierto el O2 Academy (9). Otras opciones son el Market House (10), donde suelen promover eventos los chicos que organizan el Brixton Pound (la moneda local de Brixton), o Craft (11), especializado en cervezas artesanales. Un poco más arriba, por Effra Road (12), está el Effra Hall, con jueves y domingos de reggae y jazz en directo (y donde la pinta más consumida es la jamaicana Red Stripe), o el recién abierto Effra Social (13), situado en la antigua sede del Partido Conservador en el municipio de Lambeth, con decoración de la época.

23.00 Parada en el ‘Windmill’

Sobre las once, las hordas de veinteañeros suben calle arriba por Brixton Hill Road (14) para iniciar la noche. Algunos no llegan muy lejos y se quedan en el Fridge, otros tuercen en el Ritzy y se deciden por el mítico Dogstar, y otros van más allá y su audacia se ve premiada con el Windmill. Este escondido garito es una de las joyas del barrio, con música en directo casi todos los días. No es raro que haya hasta cuatro grupos una misma noche, y en 2012 fue votado el tercer mejor lugar donde escuchar música en directo en Londres por los lectores de Time Out.

1.00 Donde nació Bowie

Si el Windmill fue el tercero en 2012, un año antes, otro bar de la zona fue votado el mejor para ver música en directo en Londres (parece no ser casualidad en el barrio de Bowie y de los Clash): el Hootananny (15) esotra institución. Abierto en 2007 en una enorme casa de la época eduardiana, aquí cabe de todo: noches de poesía, puestos de comida hasta las tres de la madrugada, noches de comedia y dj y bandas en directo. Todo envuelto en un muy buen rollo, sin pretensiones y donde la máxima es muy clara: hay que pasarlo lo mejor posible. El Hootanny abra hasta las 3 y media y si se nos hace muy tarde siempre queda la opción de ver si queda alguna habitación libre (hay un Youth Hostel arriba) y convertir las 24 en 48 horas en el barrio. Las posibilidades de arrepentirse son más bien pocas.

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