Quince maneras de oxigenarse

Cuentan que Ortega estaba contemplando extasiado la laguna Grande de Peñalara cuando una joven se le acercó y, con tono desdeñoso, le preguntó: “¿Y esta es la laguna Grande?”. A lo que Ortega, abarcando la sierra con un gesto circular, menos de filósofo que de torero, respondió: “Señorita, aquí todo es grande”. Tenía razón Ortega: la sierra de Guadarrama es grande. Es verdad que lo que se ha declarado este verano parque nacional (33.960 hectáreas) es poco. Pero en ese poco entran las lagunas de Peñalara, cantadas o contadas por Moratín, Gautier, Fernández Shaw, Pío Baroja, Enrique de Mesa… De las cinco sendas que se pueden hacer en Peñalara, la más bella es la que lleva a la laguna de los Pájaros. Al bajar, es buena idea visitar el claustro de El Paular para ver los 52 lienzos desamortizados de Vicente Carducho, devueltos en 2011 al monasterio. Naturaleza y arte.

Del parque nacional más joven al más veterano, el de los Picos de Europa (1918). Y de los más extensos (64.600 hectáreas) y visitados, sobre todo la garganta del Cares. Un consejo: hincarle el diente al parque por la parte de Cantabria, trepando de Urdón a Tresviso. Desnivel: 800 metros. Zigzags: 40. Gente: poca.

Cuatro en Canarias

Otro buen consejo, este para el Teide —el parque más visitado de la red—, es acercarse al anochecer, cuando los roques y tajinastes rojos heridos por el último sol decoran un escenario de otro planeta, y quedarse viendo las estrellas con Astroamigos. En Timanfaya —el tercer parque más visitado, después de los dos anteriores—, si se quiere andar por las Montañas del Fuego hay que hacer las rutas de Tremesana (fácil) o del Litoral (difícil), ambas guiadas y gratuitas, reservando en www.reservasparquesnacionales.es. Y ya que se está en Lanzarote, se debe aprovechar para visitar en Haría la casa-museo de Manrique, inaugurada en agosto. La Caldera de Taburiente (La Palma) y Garajonay (La Gomera) completan la lista de parques nacionales de Canarias.

Cabañeros y Cabrera

Cabañeros y el archipiélago de Cabrera están entre los parques menos visitados. El momento más indicado para descubrir el espacio manchego es ahora, en otoño, cuando berrean los ciervos. Aparte de las clásicas rutas por la raña en 4x4, Destinos Manchegos organiza salidas a pie, a caballo y en kayak, y visitas a una quesería artesanal. Los mayores atractivos del parque balear  son sus fondos marinos. Mar Cabrera y Excursions a Cabrera llevan en barco. Para hacer algo más que snorkel, contactar con Skualo (www.mallorcadiving.com). Si Cabrera tuviera las playas que tienen las islas Cíes, otro gallo cantaría. En las Islas Atlánticas de Galicia, que así se llama el parque nacional, está la que muchos juzgan la playa más bella de España, la de Rodas. Para bucear: Bahía Sub, Buceo Balea y Buceo Islas Cíes.

Águilas y cigüeñas

Las Cíes son también un buen lugar para ver aves (gaviotas, cormoranes, araos en invierno…), pero los tres mejores parques para esto son las Tablas de Daimiel, Monfragüe y Doñana. Destinos Manchegos organiza rutas para observar aves acuáticas en el parque ciudadrealeño. En el cacereño, Monfragüe Vivo, En-Ruta y Monfragüe Natural ofrecen la posibilidad de ver y fotografiar alimoches, buitres negros y las raras cigüeñas negras. Y en el parque andaluz, Doñana Nature tiene itinerarios especiales para amantes de la ornitología.

Gigantes en otoño

Otoño es una gran época para visitar los gigantes peninsulares, los parques que rozan o superan los 3.000 metros de altura. En el de Ordesa, en el Pirineo oscense, el cañón de Añisclo celebra el cambio de estación con los fuegos artificiales rojos y amarillos de sus hayas, abedules, arces y fresnos. Paseos guiados de iglesia en iglesia románica y, a finales de la estación, con raquetas por las primeras nieves son algunas de las actividades programadas en el parque leridano de Aigüestortes. Y en Sierra Nevada (Granada) es el momento de recorrer la antigua vereda minera de la Estrella, en Güéjar Sierra.

Información sobre los 15 parques en www.magrama.gob.es/es/red-parques-nacionales/