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CITAS

Todas las fiestas catalanas en una sola

Entre el 29 de agosto y el 2 de septiembre, la Festa Major de Vilafranca del Penedès (Barcelona) reúne dragones, águilas, danzas, gigantes, diablos y 'castellers'

La cabeza de un gigante de Vilafranca.
La cabeza de un gigante de Vilafranca.Maria Ángeles Sánchez

La emoción es inenarrable. Tras la procesión vespertina del 30 de agosto y acompañando la entrada de Sant Fèlix a la basílica, todos los elementos (y son casi una veintena) de la “Festa Major més típica de Catalunya” actúan al unísono.

Estallan los fuegos de artificio en el cielo de Vilafranca del Penedès (Barcelona), mientras suenan las músicas, evolucionan las danzas; intervienen el drac (dragón) –uno de los más emblemáticos, documentado ya en 1601– y l’àliga (águila), mueven airosamente sus pesadas osamentas los gegants (gigantes, que este año estrenan vestido), van y vienen los caps grossos i nans (cabezudos y enanos) y diables (diablos), y castellers y Falcons alzan sus torres humanas en honor al patrón. Acompaña su imagen hasta el interior del templo la moixiganga, recuperada en 1985, cuyos componentes realizan figuras alegóricas a la vida de Cristo. En 2013 se conmemora el tercer centenario de la primera referencia escrita al Ball de la Moixiganga.

El 'drac' de Vilafranca del Penedés.
El 'drac' de Vilafranca del Penedés.M.A.S.

Esta magna expresión del imaginario festivo toma también forma de cercavila (protocolario pasacalles) en diversos momentos de la Festa Major, que se prolonga entre el 29 de agosto y el 2 de septiembre.

En la mañana del 30 de agosto, en “la plaça més castellera”, delante del Ayuntamiento, actúan las cuatro colles punteras: Joves del Xiquets Valls, Minyons de Terrassa, Vella del Xiquets de Valls y Castellers de Vilafranca, en una de las citas más importantes y reñidas del calendario anual.

El sábado 31 de agosto, los diferentes bailes y los Falcons lucen sus evoluciones en la plaza, mientras las tres colles locales realizan su última exhibición.

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El 1 de septiembre, los diablos de Vilafranca protagonizan un Ball de Foc por las calles de la villa. Fuegos de artificio ponen fin a la fiesta en la noche del lunes, 2 de septiembre.

El Ayuntamiento nombra cada año a cinco administradores, que gestionan los recursos municipales destinados a la fiesta, así como los aportados por particulares y empresas: de estos últimos, el 0,7% se destina en esta ocasión a un proyecto local de recogida y reparto de alimentos.

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