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24 horas en... Ferrol

Gallega y marinera

Castillos, baterías y el Museo Naval. Un calamar de 90 kilos y surf en olas gigantes

Hélice en una glorieta del Arsenal (que forma parte de la Ruta de la Construcción Naval).
Hélice en una glorieta del Arsenal (que forma parte de la Ruta de la Construcción Naval).Andrés Campos

Cada cual tiene que vender lo suyo, como es natural, e igual que otras villas coruñesas usan como reclamo sus percebes o su jubileo, Ferrol apuesta por atraer al forastero con lo típico de aquí: astilleros de grúas mastodónticas y buques erizados de lanzatorpedos. ¿Y playas no hay? Sí, haylas, y muy buenas. ¿Y no se come bien? ¡El mejor pulpo de Galicia! ¿Y cómo es que esta ciudad de 73.000 habitantes no es más conocida? Vaya usted a saber.

9.00 Un café con barquitos

La mejor vista de Ferrol es la que se disfruta desayunando en el parador (1) (www.parador.es; 981 35 67 20). Desde la galería acristalada se otean las fragatas de la Armada atracadas en el Arsenal (2), una pulcra obra ingenieril y militar de mediados del siglo XVIII. Todo muy bien ordenado y alineado, como en el juego de los barquitos. También se ve, en los vecinos astilleros Navantia (3), el portaaeronaves Príncipe de Asturias, que costó 630 millones de euros en 1988 y ahora lo van a desguazar para venderlo como chatarra. Tocado y hundido.

10.00 Construcción naval

Javier Belloso

El Arsenal y Navantia forman parte de la ruta de la construcción naval, un itinerario guiado por fortalezas salitrosas y diques secos grandiosos y escalonados como circos romanos, donde el visitante es una hormiga con la boca abierta. Otros hitos de la ruta son el castillo de San Felipe (4), donde se conserva el anclaje de la cadena gigante con que se cerraba la ría para que no entrara ningún barco enemigo; el Museo Naval (5), donde uno puede sentarse, si tiene capricho, en la silla que el más sonado ferrolano, Franco, usaba para pescar en el yate Azor, y Exponav (6) (www.exponav.org), otro museo naval, pero este civil y didáctico, emplazado en el edificio Herrerías, una fragua de Vulcano dieciochesca en cuyos 32 hornos se forjaban anclas como casas. Información y reservas, en la oficina de turismo (619 17 74 02) o en Guías Fertur (696 53 10 70).

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12.00 Barrio de la Magdalena

Una casa modernista en el barrio de la Magdalena.
Una casa modernista en el barrio de la Magdalena.Andrés Campos

Hijo del Siglo de la Razón, como el Arsenal, el céntrico barrio de la Magdalena (7) es cuadriculado como un damero. Desde la plaza de España se ven las terrazas y las palmeras de la de Amboage, que está en el otro extremo, a un kilómetro. Hay que tener, eso sí, buena vista o un catalejo. Endulzan la estricta geometría del barrio las muchas casas modernistas que lo salpican, la mayoría obra de Rodolfo Ucha (1882-1982), el Gaudí ferrolano. La más cuca, Casa Antón (Pintor Imeldo Corral, 18), al lado del parador. Aunque, para dulces, las tartas de castañas de Gascón (Real, 109), los helados de nata y fresa de Ramos (Real, 144), las bollas de huevo de Mundo Alimentación (María, 135) y los milhojas de merengue de Las Angustias (plaza de las Angustias, 8).

14.00 Pulpo a la mugardesa

Es buena hora esta para cruzar la ría de Ferrol y conocer Mugardos (8), un puerto de casas de alegres colores y de pulperías donde el octópodo se hace con una salsa (pimiento, cebolla, coñac, vino blanco y pimentón) que gusta mucho; menos a los pulpos, claro. El templo del pulpo a la mugardesa es Muelle 43 (avenida do Mar, 43; 981 47 20 09), pero Chipi (avenida do Mar, 44; 982 47 00 36) tiene también sus devotos. Aunque en verano se puede cruzar en barco, es preferible hacerlo en coche, por el puente de As Pías, para luego poder acercarse al castillo de la Palma (9), una imponente defensa costera que fue prisión militar hasta hace poco, y al alto de Montefaro (10), donde descuellan el monasterio de Santa Catalina, fundado en 1393, y la batería de la Bailadora, ya sin sus cañones, pero con las mismas vistas de muerte.

16.00 Surf, yoga y románico

El acantilado junto a la playa de Doniños, en Ferrol.
El acantilado junto a la playa de Doniños, en Ferrol.Andrés Campos

En el concejo de Ferrol hay una docena de hermosas playas, pero la palma se la lleva la de Doniños (11), de dos kilómetros, con gran laguna a la espalda, dunas y olas de hasta diez metros. Aquí tiene su base Spot Surf School (www.spotsurfschool.com; 615 30 45 83), donde se puede alquilar una tabla o dar una clase rápida, para no matarse. La casa rural OndaRoot (www.ondaroot.com; 633 11 74 80) ofrece también cursos de surf, además de yoga y desayunos ecológicos. Se halla en Covas, cerca de la playa de Santa Comba (12), que toma su nombre de una ermita románica a la que solo se puede acceder cuando baja la marea, porque está en un islote. Un cartel explica que no fue un capricho de los constructores, sino del mar, que se ha ido comiendo la costa poco a poco desde el siglo XII. La romería es el último domingo de julio, si el dios Neptuno quiere.

19.00 Torrente y el calamar gigante

Suele haber buenas exposiciones, que transcienden lo puramente gallego, en el Centro Torrente Ballester (13) (www.centrotorrenteballester.com; 981 94 41 87) y en el Centro Novacaixagalicia (14) (www.obrasocialncg.com; 981 33 02 80). Por cierto, que el escritor ferrolano que da nombre al primer centro impartió clases en el segundo, cuando era instituto. Con niños, la apuesta cultural más segura es el Museo da Naturaleza (15) (www.sghn.org; 881 93 13 15; solo de lunes a viernes), donde se exhibe un calamar de 8,30 metros y 90 kilos que apareció en la ría de Foz en 2001. Hay que ir al Teatro Jofre (16) (www.ferrol.es/jofre; 981 94 42 45), aunque solo sea para ver la fachada modernista que diseñó Ucha. La alternativa escénica (pero muy alternativa) es el teatro compacto de Andaravía (www.andaravia.blogspot.com.es; 654 019 858): representaciones de 15 minutos por tres euros.

21.30 Bares para tapear

Para cenar de tapas y raciones, en el barrio de la Magdalena hay numerosos mesones. Muy ricas las tortillas que hacen al momento en O Cabazo (Sol, 87); los chipirones a la plancha, un nueve, y la oreja, un diez. Tampoco están mal las tortillas de O Bacoriño (San Francisco, 25), donde con cada vino no ponen una, sino dos tapas. En La Posada (Magdalena, 85) hay varios platillos distintos cada día —de potaje, de albóndigas, de chorizo con patatas…—. En el Ferrol Vello (17), el antiguo y colorido barrio pesquero que se acurruca junto al muelle de Curuxeiras, la referencia es El Coral (Cristo, 35), famoso por sus chocos y por su pulpo, del que dicen, los que han probado los mejores de Galicia, que gana a todos.

23.00 Donde acaba la noche

El sitio perfecto para después de cenar es la cervecería Bátava (18) (carretera de Catabois, 31), un local bien insonorizado donde se puede hablar sin quedarse afónico mientras se oye buena música. Si se prefiere no salir de la Magdalena, La Novena (Magdalena, 132) tiene el mejor ambiente y la mejor presentación de copas del barrio. Y si se quiere acabar donde acaban todos, se acabará en la discoteca Velvet (19) (Doctor Fleming, 60).

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