Joyas de filigrana en Salamanca

Los hermanos Raúl, Jerónimo y Luis Méndez, de la firma Luis Méndez Artesanos, hicieron toda una declaración de intenciones cuando llamaron a su galería Arts&Crafts (C/ Meléndez, 8). Estos salmantinos de origen portugués, tercera generación de joyeros, son maestros en el trabajo de la filigrana. Una técnica casi tan antigua como las primeras civilizaciones: el primer hallazgo documentado proviene de la ciudad sumeria de Ur, en Mesopotamia, y tiene más de 4.000 años. En la Península Ibérica esta técnica, que utiliza hilos de oro o plata finamente trenzados para crear piezas livianas de una gran delicadeza, fue introducida en época prerromana desde el Mediterráneo oriental.

Estas joyas con aspecto de encaje precisan de muchas horas de trabajo y pericia por parte de los artesanos, algo reñido con los procesos industriales de fabricación en serie. “Un botón charro (la pieza más representativa de la joyería popular salmantina) de tamaño medio lleva unas tres o cuatro horas de trabajo con el tiempo milimetrado para que el esfuerzo resulte rentable en términos económicos", cuenta Luis Méndez. "No es fácil. Dominar la técnica requiere muchos años de práctica”.

Luis Méndez sabe de lo que habla: empezó a frecuentar el taller de su padre con 14 años. “Siempre había querido trabajar en el taller, pero cuando cumplí los 18 empecé a preguntarme para qué lo hacía, así que pasas por muchas fases. Ahora me doy cuenta de que realmente merece la pena que sigamos realizando este trabajo”. Y que se dé a conocer: así surgió la galería Arts&Crafts, que además de punto de venta de las creaciones de esta firma (junto a piezas de autor de otros joyeros artesanos con los que colaboran, tanto españoles como extranjeros) es también sala de exposiciones.

Próximamente, contará además con un pequeño taller donde poder ver una muestra en vivo del proceso de fabricación de la filigrana. El taller principal, sin embargo, está en Tamames (a 50 kilómetros de Salamanca), y es uno de los cuatro que todavía subsisten en la provincia dedicados a esta labor. En el caso de Luis Méndez Artesanos, su trabajo posee una doble vertiente: mantener la tradición por un lado, con la reproducción de piezas que se mantienen fieles a la manera de fabricación artesanal, y por otro mostrar cómo esas mismas técnicas ancestrales de orfebrería se pueden aplicar en joyería contemporánea. Así, en su muestrario podemos encontrar desde reproducciones de modelos clásicos a reinterpretaciones de esos mismos modelos junto con líneas más contemporáneas y vanguardistas, en las que también tiene cabida el concepto de joya única, “piezas más artísticas de las que a lo mejor sólo fabricamos una”. Y aunque por su carácter artesanal podemos decir que no hay dos piezas iguales en ninguna de las líneas que trabajan, no por eso dejan de ser asequibles: las piezas de oro, por ejemplo, están a la venta a partir de 70 euros.

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