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VIAJEROS URBANOS

Sobrevivir al transporte público en Nairobi

En bus, en 'matatus', en taxi. Consejos para afrontar la aventura de moverse por las calles de la capital keniana

Los matatus son los reyes de la carretera en Nairobi.
Los matatus son los reyes de la carretera en Nairobi.<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/File:Matatu.jpg">Wikimedia</a>

Según en qué momento del día, moverse por las calles de Nairobi puede ser toda una aventura. Es una ciudad desordenada, con las calles llenas de baches y agujeros y muy poca iluminación durante la noche. El Ayuntamiento está ahora mismo realizando muchas obras para intentar aliviar los enormes atascos que se producen un día sí y otro también, pero, por el momento, el tráfico sigue siendo de pesadilla. Aquí van unos consejos para usar el transporte público de Nairobi y no morir en el intento.

Taxi

El método más cómodo pero el más caro con diferencia. Hay algunos con licencia, reconocibles por estar pintados de amarillo o informar de su licencia en la carrocería, pero la mayoría son simplemente coches particulares que hacen de taxis. Si tienes prisa, es la mejor opción porque intentarán evitar las calles más congestionadas y, en muchos casos, no les importará circular por el arcén o hacer todo tipo de pirulas para intentar llegar lo antes posible a vuestro destino.

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Lo normal es sentarse en el asiento del copiloto (pero puedes ir detrás si lo prefieres), y enterarte de todo lo  que está ocurriendo en Nairobi y en Kenia en ese momento, porque los taxistas suelen ser una buena fuente de información. Son muy fáciles de encontrar debido a la gran cantidad que hay. Y, si eres turista blanco, vayas donde vayas, los conductores te saldrán al paso ofreciéndote sus servicios. Incluso aunque acabes de bajar de otro taxi.

Los precios no son fijos y hay que regatear, y mucho, antes de subirse a uno. El taxista te pedirá más o menos dependiendo de si tiene licencia o no, de lo nuevo o lo hecho polvo que esté su coche y de en qué parte de la ciudad te encuentres. Lo mejor es que seas tú el que primero ofrezca una cifra muy ajustada y no aceptes pagar mucho más. Y si lo puedes hacer usando alguna que otra palabra en swahili e intentando no parecer un turista recién llegado, mejor. Para tener una referencia, pregunta a algún local o a alguien que lleve tiempo en Nairobi sobre cuánto cuestan las rutas más comunes. Pero, para que tengas cierta idea, desde Westlands (zona de salida) al centro y viceversa el importe debería costar unos 400 ó 500 chelines (entre 4 y 5 euros). De Yaya al centro, unos 400, y a Westlands 500 estaría bien. Desde Kileleshwa sería al contrario, unos 400 a Westlands y unos 500 al centro.

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Autobuses

Una buena opción cuando no hay mucho tráfico y cubren la ruta que te interesa, ya que son mucho más baratos que los taxis. Hay varias compañías privadas de autobuses urbanos, con unos vehículos que suelen ser enormes y viejos autocares pintados de azul o verde. También hay algunos algo más pequeños, de colores brillantes o con grafitis. Suelen recoger pasajeros solo en las paradas y debes señalizar de alguna forma que quieres subirte. Si el bus tiene prisa, puede que te toque entrar o salir de él en marcha.

Una vez dentro, no hay espacio para ir de pie y se supone que todos los pasajeros deben ir sentados. Las butacas no son cómodas y ofrecen poco espacio. Las tarifas cambian según la ruta y la hora del día y el revisor suele indicar con los dedos el precio durante la parada (dos dedos para 20 chelines, tres para 30 y así). El revisor te cobrará cuando ya estés dentro y sentado y no suelen tener mucho cambio, así que es útil llevar monedas sueltas. Cuando quieras apearte, díselo antes y personalmente al revisor porque el autobús solo parará si alguien quiere bajar o subir.

'Matatus'

Los reyes de la carretera en Nairobi. Los matatus son furgonetas que hacen de minibuses (muchas son viejas Nissan de segunda mano) y en las que, en teoría, pueden viajar 14 pasajeros. Hay dos asientos delante junto al conductor y luego cuatro filas de tres asientos que aprovechan el espacio al máximo, por lo que puede llegar a ser bastante incómodo. Cada matatu está operado por un conductor y un tout, cuyo trabajo consiste en gritar el destino de su minibús, en convencer a posibles pasajeros para que se suban al suyo y no a otro y en cobrarles una vez dentro.

Como sus ganancias dependen de la cantidad de viajes que puedan hacer, el tout intentará subir al máximo número posible de pasajeros y en ocasiones dejará la puerta lateral abierta y él irá medio colgando en el exterior. Además, no es raro que los conductores masquen khat, una hierba con efectos estimulantes popular en el este de África y que los ayuda a mantenerse despiertos y alerta para así trabajar durante más horas. El récord personal de este viajero es haber compartido un matatu con otras 22 personas (aunque fue en un trayecto entre dos ciudades fuera de Nairobi) y, en una ocasión, conductor y revisor ofrecieron compartir el porro que estaban fumando (esta vez sí, en Nairobi).

Los matatus se identifican por los mismos números de ruta de los autobuses, pero no las recorren exactamente igual. Por ejemplo, no se les permite entrar en algunas de las calles del centro. Suelen valer un poco menos que un bus que haga un recorrido similar, y el tout te cobrará más o menos según dónde hayas subido y dónde te vayas a bajar. En teoría, sólo deberían recoger pasajeros en las paradas pero son más liberales que los buses y, si el tout cree que no hay policías alrededor, te dejará subir o bajar del matatu casi en cualquier sitio.

Si hay tráfico o tienes prisa -y si no tienes miedo de su conducción temeraria-, son una mejor opción que los autobuses. Los conductores de matatus suelen ir como locos, no les importa cambiar ligeramente la ruta si hay atascos y constantemente se suben por la acera o el arcén o utilizan el carril en sentido contrario con tal de adelantar.

Para redondear la experiencia, muchos matatus llevan música a todo volumen, normalmente hip-hop, reggae o pop africano, y algunos tienen luces de neón y pantallas planas, que contrastan con lo desvencijado de su interior y que muestran sin descanso ruidosos vídeos musicales. Otra cosa: si llevas bolso o mochila, no te despistes porque hay gente especializada en robar carteras y teléfonos en su interior.

Puede ser complicado saber adónde va un determinado autobús o matatu o si va a pasar cerca del lugar al que te diriges. Aquí tienes una página informativa, pero pregunta a la gente en la parada, por la calle o en bares o tiendas. Suelen ser amables e intentarán ayudarte y darte la información adecuada.

Otros

Fuera de las partes más céntricas de Nairobi también se pueden encontrar boda-bodas (mototaxis). Estas motos son la forma de transporte público más popular en otras ciudades de la región, como Juba, Kigali o Kampala. Pero en Nairobi, en teoría para evitar accidentes, no se les permite circular por gran parte de la ciudad. Si los encuentras, deberían costar algo menos que los taxis y te serán muy útiles para pasar entre el tráfico.

Aunque no los hay en Nairobi, en las ciudades de la costa sí puedes encontrar tuc-tucs, cochecillos de tres ruedas en los que se pueden sentar dos o tres personas, muy baratos y perfectos para ir de una playa a otra o para darte un paseo por el pueblo.

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