Glasgow en viñetas
El director de cine Nacho Vigalondo descubre las esencias portuarias de la ciudad escocesa.
Dos razones llevaron a Nacho Vigalondo a Glasgow: el festival de cine internacional de la capital de Escocia y las viñetas. El director de cine, que hoy estrena Extraterrestre, recorrió salas y fue a ver a Mark Millar, autor del cómic Supercrooks, que Vigalondo planea adaptar al cine.
¿Llevó falda en la maleta?
No, no, ponerse falda es como ir aquí de faralaes. Esa era la única imagen preconcebida que llevaba de Glasgow; no tenía ni idea de lo que me iba a encontrar. Me imaginaba que era una especie de Bilbao y me encontré que se parecía más a Nueva York.
¿En qué se asemejan las orillas del río Clyde a las del Hudson?
El ambiente, las casas de ladrillo rojizo, la vanguardia creativa con los edificios de finales del XIX y principios del XX de Mackintosh, como la Casa para un Amante del Arte (www.houseforanartlover.co.uk) o su genial Escuela de Arte. En general, la ciudad está muy bien diseñada. Me alojé en un hotel llamado Citizen M (www.citizenm.com), que es moderno, moderno. Nada más llegar me tomé un trago de sake que había en la habitación.
¿Dejó de lado la típica cerveza?
Boletín
Existe una mitología sobre la bebida, pero más que cerveza me quedo con el tradicional pourridge para desayunar.
¡Esos son gachas!
Así suena mucho más serio. Se toman con leche, son como cereales en un plan muy obrero.
Las esencias portuarias...
La ciudad tiene un alma muy vintage. Una tarde, un hombre vestido de época me invitó a entrar en el Panóptico de Glasgow (www.britanniapanopticon.org). Este music-hall de 1857 es uno de los más antiguos del mundo. En sus paredes había fotos dedicadas de Stan Laurel. La oferta cultural hace que se te encoja el corazón. Hay un nivel que no se ve en España.
La Unesco le otorgó el título de ciudad de la música.
Además de los conciertos, es muy interesante el circuito de tiendas de cómics, que deriva de la visión de autores de los años ochenta; hay un montón de librerías y en cualquier lugar encuentras una sala de cine.
¿Vio alguna peli además de la suya?
La mía se estrenó en un cine maravilloso: el Glasgow Film Theatre. Pero allí, cualquier lugar puede ser un buen lugar de exhibición o como escenario teatral. Una sala estaba llena de sofás, servían cerveza y reponían Apocalypse now; se agotaron las entradas. Esa efervescencia cultural me dio envidia.
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