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DIEZ RINCONES DE...

Barcelona, asequible y siempre sorprendente

Diez pistas para descubrir una ciudad encantadora junto al mar, entre estrechos callejones y anchas avenidas

Si hay una ciudad española cuya mención evoca inmediatamente a la idea de cosmopolitismo, ésa es Barcelona. Máximo exponente del modernismo arquitectónico catalán, la Ciudad Condal se ha convertido en parada obligada tanto para el turismo interior como para los visitantes foráneos.

Modélica y próspera urbe mediterránea, el área metropolitana barcelonesa mezcla a la perfección el turismo de escapadas con la playa y el turismo cultural. EL VIAJERO perfila una ruta en base a diez pistas para descubrir en un solo fin de semana el carácter más acogedor y vivaz de la capital catalana:

1. Cada vez más cerca . El desarrollo de la alta velocidad ferroviaria y la llegada del AVE a la estación de Sants han acercado al centro de la, tradicionalmente, periférica ciudad al resto del país. En las inmediaciones de Sants, merece la pena entrar en el parque de la España Industrial, ubicado en los terrenos de una antigua fábrica textil transformada zona de ocio.

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Atravesando el parque y muy cerca de allí, se encuentra el parque Joan Miró, que alberga la famosa escultura del artista catalán Dona i Ocell, unos pasos antes de llegar a la plaza de España.

2. La Montaña mágica. La vista de la montaña de Montjuïc al fondo es el primer paso para aventurarse a cruzar entre las torres de la Fira de Barcelona rumbo al Museo Nacional de Arte de Cataluña. La fuente de Monjuïc y sus famosas escaleras mecánicas hacen la pendiente un poco más llevadera y, al alcanzar nuestro objetivo, el premio es una vista completa de la ciudad.

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Además de la visita al museo, puede ser muy recomendable un paseo por la zona olímpica hacia el estadio Lluís Companys, que albergó los juegos de Barcelona, o el Palau Sant Jordi. Un poco más allá, la Fundación Joan Miró acoge la principal exposición del artista catalán y los jardines del Teatre Grec ponen la guinda al pastel.

Tampoco es mala idea tomar el teleférico hasta el castillo-museo de Montjuïc, que pone el broche a nuestra visita de un día. Pero Barcelona es mucho más que el barrio de Sants y Montjuïc y, si el viajero dispone de tiempo, es aconsejable que se deje caer hacia la avenida del Paral.lel, el mirador de Colón, la zona del puerto y la playa de la Barceloneta.

3. Las Ramblas. El bulevar más conocido y transitado a pie de Barcelona, que va desde la Plaça de Catalunya hasta el monumento a Colón, reúne en poco más de un kilómetro la esencia barcelonesa

Es un lugar perfecto para comprar flores, tomar algo, observar a las originales estatuas humanas o, sencillamente, pasear. En las inmediaciones de la Rambla dels Caputxins se encuentran la Plaça Reial y el archifamoso Gran Teatre del Liceu, restaurado tras el incendio de 1994.

4. Barri Gòtic. Las Ramblas son también el punto de partida ideal para enfrentarse al laberíntico barrio gótico. Calles medievales, plazas de iglesias y palacios o edificios institucionales como el Ajuntament y el Palau de la Generalitat son sólo algunos de los atractivos de esta oscura pero atractiva zona de Barcelona.

Sin embargo, la verdadera joya arquitectónica del barrio es su Catedral gótica, erigida en pleno corazón del casco antiguo de Barcelona.

5. L' Eixample. El contrapunto a la atractiva oscuridad gótica lo aporta el barrio del Ensanche, culto a la arquitectura modernista y ejemplo perfecto de la prosperidad que la clase media catalana dejó de herencia a la ciudad.

Alrededor del Passeig de Gràcia y el Carrer de Valencia, se sitúan joyas como las gaudianas Casa Milà -más conocida por La Pedrera- o la imprescindible Sagrada Familia, todavía incompleto símbolo de la ciudad de Barcelona.

6. Parc Güell. El sueño de Gaudí prosigue hacia el norte del Ensanche barcelonés donde el visitante se topará con el fantástico Parque Güell, otro ejemplo insustituible de la obra del arquitecto catalán, con vistas impresionantes de la ciudad. Para disfrutar al máximo del paseo y de esas vistas es preferible acudir hasta el parque en un día claro.

7. Tibidabo. Para encontrar todavía mejores vistas de Barcelona hay que seguir subiendo rumbo a la cima del monte Tibidabo, el pico más alto de la cordillera Collserola, donde se ubica el antiguo parque de atracciones.

Es una experiencia inolvidable tomar el Tramvia Blau (tranvía azul) y el funicular para descubrir las atracciones de un parque a la antigua usanza y deleitarse con el aspecto de Barcelona desde lo alto.

8. Parc de la Ciutadella. De vuelta al nivel del mar, el Parc de la Ciutadella, situado sobre el recinto de la ciudadela militar construida a principios del siglo XVIII, aporta un punto de relajación a la agotadora ruta de subidas y bajadas.

Una parada merece el lago donde se halla la Cascada y, por supuesto, el zoo, con más de 450 especies de animales diferentes.

9. La Barceloneta. Es el barrio marinero de Barcelona, construido a mediados del siglo XVIII sobre terreno ganado al mar, y que ha evolucionado a un lugar estupendo para comer entre angostas calles y pequeñas plazoletas.

10. Playas. Barcelona puede presumir de tener, a dos pasos del centro, cinco kilómetros de playas, desde la Barceloneta hasta el complejo de Diagonal Mar. Las tres playas más cercanas son la de Sant Sebastià, la de la Barceloneta y la de Passeig Marítim, tres lugares perfectos para evadirse del ajetreo urbano.

La famosa escultura se encuentra en el parque barcelonés Joan Miró
La famosa escultura se encuentra en el parque barcelonés Joan MiróAITOR ORDAX
La alta velocidad facilita las escapadas exprés entre las dos ciudadesVídeo: AITOR ORDAX / DAVID JORGE

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