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Reportaje:24 HORAS EN... OXFORD

El campus de las maravillas

Alicia, Harry Potter o Tolkien. Oxford, pequeña pero bulliciosa, ofrece personajes literarios, autores fantásticos, libros de segunda mano, estudiantes por las calles y una noche como pocas en Inglaterra

La energía no es la de una ciudad inglesa. La flema británica queda diluida por obra y gracia de los más de 10.000 universitarios (distribuidos en los 40 colleges, colegios universitarios) que vienen aquí a labrarse un futuro y a divertirse. La ciudad de las agujas de ensueño, como se la conoce por la armonía de su arquitectura gótica, y el hogar de la universidad más antigua del mundo anglosajón, guarda relación con escritores famosos y con el cine. En algunos edificios universitarios se rodaron escenas para las películas de la saga de Harry Potter. Así que Hogwarts es Oxford. Y Oxford es alta cultura y fiesta.

8.30 Bicis al amanecer

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Lo mejor es madrugar. Pero habrá que aguantar el frío y sus bofetadas. A esta hora, la calle ya está llena de estudiantes que se dirigen a los colleges repartidos por toda la ciudad. Acostúmbrese: el tempo de la urbe, que es como un campus a lo bestia, lo marca la universidad. La bici es el transporte preferido. Se puede empezar la jornada en Broad Street, una calle que pasó de evolucionar y se quedó como en la Edad Media. Allí está el Balliol College (1), aunque parece más bien un castillo. Su porte robusto data del siglo XIII y es el más antiguo de la ciudad. Si se entra (pagando una libra), se verán parques verdísimos y ventanas góticas.

10.00 Carantoñas al turista

Aún no se ha acabado de explotar Broad Street. Merece la pena entretenerse en la fachada de la capilla del Exeter College - B (siglo XIV), llena de caras como gárgolas y animalillos fantásticos haciendo carantoñas como si se burlaran del turista. Muy del gusto cristiano para alejar los malos espíritus. Esta peculiaridad se repetirá por muchos edificios del centro, así que atentos. Y queda el Museum of the History of Science (3), un recorrido a través de más de 10.000 piezas (astrolabios, microscopios, herramientas de medicina...) por la historia de la ciencia, desde el siglo XVII hasta principios del XX. A Broad Street se la deberá despedir con una pinta (no es tan temprano como para que piensen que uno es un cazallero) en White Horse, un pub cuyo origen se remonta al siglo XVI y que salió en la película Los crímenes de Oxford, de Álex de la Iglesia.

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12.45 Acodarse como Shakespeare

Bienvenidos a la marabunta. En Cornmarket Street (4) parece que reparten regalos. Mucho peor: es la vía comercial por excelencia, con todas las franquicias. Mejor meterse en la torre sajona, el edificio más antiguo de Oxford (1040) para ver una panorámica de la ciudad (entrada, 2,30 euros) y luego caminar rápido (sin chocar con nadie, lo cual es difícil) y adentrarse en The Covered Market (5), un acogedor mercado de madera y lámparas colgantes.

Se puede comprar una barra de pan, llevarse cuarto y mitad de beef, darse un masaje chino, probar los pasteles salados de Pieminister con pollo, cordero y cerdo criados en Reino Unido, beber una taza de leche orgánica en Ben's Cookies y pastas de frutos secos y chocolate por un par de euros, cortarse el pelo o saborear batidos extraños y ricos en Moo-Moo's.

Al salir, justo enfrente, está The Crown, una taberna que se dice en activo desde el siglo XVII. Cuentan sus dueños actuales que a Shakespeare le gustaba empinar el codo aquí y que era amigo del gerente por aquellos años, John Davenant, aunque también cuentan que era más amigo de su mujer. Huele a carne: hay hamburguesa humeante más pinta de cerveza por 5,30 euros (todos los días) y asados por 5,80, bebida incluida (sólo domingos). Y siempre música, espejos, moqueta y olor a casa british.

14.30 Las musas de los escritores

Mirando casas medievales ladeadas se llega a Carfax Tower (6), del siglo XIII, el kilómetro cero de Oxford. Y sí, también tiene gárgolas con caras de chufla. En St. Aldates Street, pasado el Ayuntamiento macizo, se cambia el ajetreo por la paz. Christ Church (7) es la única capilla del mundo que sirve de catedral. Una galería contigua esconde pinturas de Tiziano, Tintoretto y Van Dyck.

Junto a este ejemplo del gótico incorrupto se alinean algunos colleges con aires de palacio. En uno de ellos, el de Christ Church, estudió a mediados del siglo XIX Lewis Carroll, creador de Alicia en el país de las maravillas, inspirada en Alice Liddel, hija del decano de su facultad, y con la que Lewis trabó amistad en sus años de estudiante. Los patos nadan por un riachuelo y los deportistas corren por los prados. La estampa bucólica sigue en el jardín botánico (8). Otro profesor de Oxford, J. R. R. Tolkien, pasaba mucho tiempo reposando debajo de un Pinus negra, una especie de pino austriaco, y hoy lo recuerda una placa. Los fans de El señor de los anillos pueden fabular sobre dónde le vino a Tolkien la idea de crear los Ents, esos árboles que hablan y andan en la Tierra Media.

16.00 Un castillo con templarios

Los coches y los colleges, Magdalene, The Queen, Brasenose y All Souls, vuelven a aparecer en High Street (9). Este último es especialmente sorprendente, porque es la viva imagen del esplendor de la ciudad: pináculos, patios gigantescos, ventanales que agobian. Si se esquiva a los japoneses, se alcanza a ver Radcliffe Camera, una biblioteca circular del siglo XVIII. La actualización de los templos griegos. Y ahora al castillo (10), del siglo XI. Por 9,75 euros, uno se ríe con las ocurrencias de los guías, que van disfrazados en plan moda templaria. Te enseñan la torre de St. George, la cripta subterránea y la prisión.

17.00 Cómics

¿Y la gente, se ha escondido? Bueno, queda una hora para ver el Ashmoleam Museum (11) (Beaumont Street. Entrada gratuita), una interesante colección con piezas de todo el mundo a caballo entre lo antropológico, lo artístico y lo etnológico. Otra opción es rastrear algunas de las librerías de viejo y segunda mano. Dos propuestas: Arcadia (12) (St. Michael's Street, 4), con un muestrario variado de volúmenes baratos, y Booklover Oxford (13) (calleja Woodin's Way en Paradise Street), con un catálogo de cómics, ficción y literatura infantil. Y si no, esto: Blackwells (14) (www.bookshop.blackwell.co.uk, con cinco ubicaciones en la ciudad) es una de las librerías más antiguas de Oxford (desde 1879).

20.00 Pintas y ritmos raros

Balance del día: no hemos parado y nos merecemos una buena cena en la elegante Brasserie Quod (15) (High Street, 92; 00 44 18 65 20 25 05) por una media de 25 euros. Hay desde sándwich de cordero hasta revueltos y pasteles de salmón y verduras. Y después, tres citas en Walton Street (16). Pintas y copas en Freud (Walton Street, 119), que es una antigua iglesia; en Raoul's (Walton Street, 32), famoso por los cócteles, y en Jericho Tavern (Walton Street, 56), donde organizan conciertos, proyectan películas y la gente tiene un aire cultureta. En los tres se bebe mucho y se habla mucho con cualquiera (están acostumbrados a los extranjeros). La noche seguirá en The Cellar y The Purple Turtle (ambos en Frewin Court (17)), con música rompedora. Son las tres de la madrugada y aquí no se para. A ver quién se levanta mañana para ir a clase.

La Radcliffe Camera en Oxford
La Radcliffe Camera en OxfordOLI SCARFF / KEVIN GEORGE

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