Bisontes en casa del 'homo sapiens'

La orografía más montañosa de España permitió al hombre primitivo refugiarse en las cuevas, grutas y abrigos naturales de Asturias. Hace entre 10.000 y 25.000 años, el homo sapiens sapiens, el primero con mentalidad simbólica, se convirtió en el primer artista. El resultado: 41 cuevas y yacimientos prehistóricos con arte paleolítico; 21 con pinturas rupestres de alto valor.

El pasado julio, cinco de estos conjuntos parietales (Tito Bustillo, La Peña y El Pindal, visitables, y Llonín y Covaciella) han sido catalogados por la Unesco como Patrimonio Mundial.

La Cueva de Tito Bustillo (Ribadesella) recibe su nombre de uno de los espeleólogos que la descubrieron en 1968. A la altura de Altamira (Cantabria) y Lascaux (Francia), reúne 12 paneles de grabados y pinturas en una galería de 700 metros. En sus pinturas del periodo magdaleniense hay caballos, cérvidos, uros, bisontes, cetáceos, figuras antropomórficas, signos diversos y el llamado Camarín de las Vulvas, que reproduce los órganos sexuales femeninos. Aunque es visitable, se está construyendo un centro que albergará réplicas. En las inmediaciones se halla La Cuevona, con grabados lineales, donde se proyecta un audiovisual sobre el arte paleolítico.

La Cueva de El Pindal (Pimiango, Ribadedeva), la primera descubierta, en 1908, reúne 31 representaciones de animales entre pinturas y grabados (mamuts, bisontes, caballos, cérvidos y un pez) y siete tipos distintos de signos (sobre todo, claviformes, pero también puntuaciones, trazos lineales, verticales, signos cerrados y otros) pintados en rojo, y que corresponden al periodo solutrense. Tiene su acceso por un acantilado sobre el mar: la espuma salta en ocasiones hasta la misma boca de la gruta. Se llega por una desviación de la N-634 hacia Pimiango. Una carretera lleva hasta el santuario de Santu Medé, en un valle hermosísimo, que retrató José Luis Garci en El

Abuelo. De allí parte la senda hacia la cueva.

La Cueva de La Peña (Candamo), con espectaculares cascadas estalagmíticas, es la más occidental de las manifestaciones europeas de pintura rupestre. Conocida desde la segunda mitad del siglo XIX, sus pinturas fueron localizadas en 1914. Fue declarada Monumento Nacional, pero sufrió daños severos a causa de una masiva y muy prolongada exposición al público. Alberga pinturas de los periodos solutrense y magdaleniense, que se alojan en dos grandes espacios. Contiene un amplio lienzo de grabados: ciervos heridos, bisontes, bóvidos afrontados, rebecos... Muchas figuras están superpuestas. En otras zonas de la gruta aparecen también cabezas y signos lineales pintados en siena o negro. Cuenta con un centro de interpretación que está abierto todo el año (salvo en octubre) en el palacio Valdés-Bazán, en San Román de Candamo.

La Cueva de Llonín (Peñamellera Alta) fue hallada en 1957, pero sus restos prehistóricos fueron localizados en 1971. Reúne numerosos grabados y pinturas, que reproducen bisontes, renos, cabras, osos, ciervos y uros, así como figuras humanas, puntos y signos. Inserta en un paraje montañoso de los Picos de Europa, se accede al lugar por una pista desde La Molinuca, en pleno desfiladero del río Cares. La cueva no es visitable.

La Cueva de la Covaciella (Cabrales), localizada en 1994 a raíz de unas voladuras para ensanchar una carretera, posee pinturas rupestres paleolíticas del periodo magdaleniense, con una antigüedad de unos 14.000 años, en una sala a la que se accede por una galería de unos 40 metros de longitud. Sus bisontes recuerdan poderosamente a los de Altamira por su colorido y trazo. Alberga, además, figuras de ciervo, caballo y cabra, y signos. La entrada (vedada al público y no señalizada) se halla al pie de la carretera AS-114, que recorre el perímetro más septentrional de los Picos de Europa, en un tramo (Las Estazadas) muy sinuoso y de acusada pendiente.

Otros hallazgos

Aunque no han sido catalogadas por la Unesco, en Asturias se pueden visitar otras dos cuevas; El Buxu, en Cangas de Onís, (Visitas de miércoles a domingo, de 15.00 a 17.00. Imprescindible reservar en el 608 17 54 67) y La Loja, que está situada a 400 metros del pueblo de El Mazo (Peñamellera Baja), en el extremo oriental de la comunidad y en la margen derecha del río Deva. La boca de la cueva se abre en una pequeña terraza cortada a pico sobre una vega. Descubierta en 1908, incluye manifestaciones que han sido datadas entre los periodos Magdaleniense y Perigordiense. Aparecen bóvidos y figuras de animales (seis de ellos, en una pirámide estalagmítica que desciende desde el techo).

Además, el Parque de la Prehistoria (Teverga) compendia en galerías subterráneas artificiales réplicas de las mejores pinturas prehistóricas y reproducciones de útiles y figuras halladas en España, Francia, Alemania, Austria, Chequia y Rusia.

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