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Rice le evita otro revés al Barça

El base estadounidense lidera el laborioso triunfo azulgrana ante el Brose alemán

Robert Álvarez
Rice, con el balón, ante Causeur.
Rice, con el balón, ante Causeur.Alejandro García (EFE)

Tyrese Rice volvió a ser el puntal del Barcelona, el hombre que liberó a sus compañeros del estado catatónico en que se sumieron en varias fases de su duelo ante el Brose alemán. El equipo azulgrana, que acumuló su segunda derrota el miércoles en Belgrado y su quinto lesionado, con el agravante de que Pau Ribas, operado ayer, no volverá a jugar en toda la temporada, denotó el punto de desesperación y la urgencia con la que luchó por la victoria. La necesitaba de manera perentoria. Lo dijo Bartzokas antes del encuentro y le repitió Claver tras él, había que ganar como fuera. Hacía tiempo que no se oían sentencias similares cuando todo acaba de empezar. La obtuvo, gracias, sobre todo, al espléndido tramo final de Rice, autor de 18 puntos, seis asistencias y tres robos de balón, el hombre que movió al equipo y le aclaró el panorama en muchos momentos en los que su ataque se encasquilló.

BARCELONA, 78; BROSE BAMBERG, 74

Barcelona Lassa: Rice (18), Oleson (6), Perperoglou (11), Claver (13), Tomic (11) –equipo inicial-; Dorsey (8), Vezenkov (9), Peno (0), Eriksson (0) y Koponen (2).

Brose Bamberg: Strelnieks (7), Causeur (19), Heckman (0), Melli (6), Veremeenko (2) –equipo inicial-; Zisis (4), Staiger (3), Theis (19), Lo (5), Miller (7) y Radosevic (2).

Parciales: 19-19, 21-19, 19-19 y 19-17.

Árbitros: Belosevic (Serbia), Javor (Eslovenia) y Balak (Israel). Eliminado por faltas personales Melli (m.37).

Palau Blaugrana. 5.074 espectadores. Cuarta jornada de la Euroliga.

El Barcelona no se pudo quitar de encima al Brose hasta el último momento. Llegó a disponer de ocho puntos de renta (73-65) a falta de tres minutos, después de mucha brega, de muchos minutos de igualdad. Ni siquiera entonces pudo respirar el Barcelona, atribulado además por otro susto, cuando a Tomic se le fue la rodilla derecha al final del tercer cuarto. El Palau Blaugrana contuvo el aliento. Solo faltaba que Tomic se uniera en la enfermería a Navarro, Doellman, Pau Ribas y Lawal. No fue el caso, aunque no volvió a la cancha, en una situación que se viene repitiendo.

El pívot croata apenas está jugando una media de 15 minutos en los últimos partidos. Al menos, Bartzokas pudo recuperar a Koponen, ausente desde el 19 de septiembre cuando sufrió un serio accidente de tráfico.

El Barcelona sigue en una fase de constantes adaptaciones a los papeles que reparte su abrumado entrenador griego, Georgios Bartzokas, todo parece costarle un mundo. Los arranques de genio de Koponen y Oleson, los momentos de inspiración de Rice, las apariciones de Vezenkov o Tomic suman pero no acaban de fraguar un estilo de juego reconocible, cierta consistencia y continuidad.

Junto a lo bueno, el lastre pesa mucho, la tibieza de Claver, las desconexiones de Dorsey, las desapariciones de Tomic, el entramado cruje y, a estas alturas, los partidos le caen al Barcelona como si fuera una tormenta de granizo. La victoria y la reaparición de Koponen le dan la esperanza de que escampe, tal vez también la incorporación del jugador que posiblemente intente fichar una vez confirmado que la lesión de Pau Ribas es de larga duración.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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