La gestora del PP de Valencia marca distancias con el partido de Barberá

Nuevas dinámicas como correctivo a las antiguas. El PP local de Valencia, en manos de una gestora después de que el caso Taula salpique a la práctica totalidad de concejales y cuadros locales del partido liderado por Rita Barberá, se prepara para la campaña electoral en ciernes con una incipiente nueva estructura. El presidente, Luis Santamaría, ha confirmado que los ediles investigados por blanqueo no participarán en los actos electorales. 

Santamaría ha eludido los temas más espinosos de la compleja situación que atraviesa el PP local en Valencia después de 24 años al frente del Gobierno municipal. La imputación -investigación- de la práctica totalidad de la lista que lideró en junio de 2015 la hoy senadora Barberá los ha colocado en una posición difícil. "Ahora queremos hablar de otra cosa", ha reiterado Santamaría, que ha pedido a las juntas de distrito del PP que participen activamente en la campaña electoral a las elecciones generales.

El presidente de la gestora, persona de la confianza de la dirigente regional Isabel Bonig, ha reconocido, a preguntas de los periodistas, que "tardaría tres minutos en irme si perdiera la confianza de la presidenta regional del partido" a diferencia de lo que han hecho los concejales del PP de Valencia, que han aceptado la suspensión cautelar de militancia por ser investigados por presunto blanqueo pero se han negado a entregar las actas como reclamaba Bonig. 

No obstante, Santamaría ha subrayado que le parece "injusto" que se vaya a recordar a Rita Barberá más por las circunstancias de los últimos tiempos -el juez del caso Taula quiere interrogarla por el supuesto blanqueo- que "por todo lo que ha cambiado Valencia". Se ha mostrado convencido de que una vez se pronuncie el Tribunal Supremo (TS) la senadora "tomará la decisión que más convenga al partido".

Al respecto, ha indicado en primer lugar que él se queda con el recuerdo de Barberá ligado a la "transformación evidente" que llevó a cabo en la ciudad y ha criticado que "todo el mundo está dando por condenada" a la exalcaldesa cuando ni siquiera el Supremo se ha pronunciado.

Sobre la influencia que tendrá la crisis del PP local en los resultados electorales a las generales, el presidente de la gestora ha dicho que de cara a las elecciones generales hay "muchos más elementos en juego que la situación de Barberá". 

El dirigente ha asegurado que la comunicación con la dirección del partido en Madrid es "más que fluida" y respecto a los tiempos que se manejan allí y los del PPCV de cara a resolver la situación de los nueve ediles del grupo popular en el Ayuntamiento investigados por blanqueo, ha manifestado que "hay que dejar al instructor que trabaje".

Tras admitir que no le gusta ser noticia por casos como este, que hubiera un grupo municipal fuerte o que los concejales quedaran finalmente eximidos de responsabilidades penales, ha apostado por "mirar hacia adelante" y poner en valor los principales activos del partido, que son "las ideas, las convicciones y un modelo de ciudad", sin "profundizar en las heridas" del pasado.

Campaña austera

Según ha dicho, desde el partido afrontan la campaña con ilusión porque aunque "da cierto vértigo" una nueva convocatoria, está convencido de que el PP tendrá un mejor resultado, por el "fracaso de la izquierda a la hora de formar gobierno" y también por la preocupación de los ciudadanos ante el "deterioro de la convivencia ciudadana" en Valencia.

A título personal, ha manifestado que cree que la campaña será "más corta, más austera, más estilo segunda vuelta y muy mediática", y se intentará recuperar el voto "descontento" y evitar que aumente la abstención. También asegura que el número de militantes está en alza pese a la crisis del partido en la capital. En la actualidad, la formación cuenta con 11.285 militantes.

A diferencia de la anterior estructura de partido, las cuentas del PP local se centralizarán en las de la provincia. Habrá una para los ingresos y otra para los gastos.