La última Valencia

Las novedades se multiplican este año. Entre ellas, las primeras tres estaciones de la nueva línea 5 del metro, que unirá el puerto con el aeropuerto de Manises.

1 Historia de la ciudad

El Museo de Historia de Valencia se inauguró el 6 de mayo. Para ello se ha recuperado el antiguo depósito de aguas del siglo XIX, construido por Ildefonso Cerdà, el mismo arquitecto que ideó el Eixample de Barcelona años más tarde. La escrupulosa rehabilitación y el proyecto museográfico, a cargo de la empresa sevillana General de Producciones y Diseño, han revalorizado las bóvedas y arcadas de ladrillo de la sala hipóstila, que se despliegan ante la vista como un dosel vegetal.

La sensación de serenidad la aportan los acabados de maderas nobles para amortiguar el ruido de los colegiales y una iluminación que realza las piezas exhibidas. Algunas tan importantes como una soberbia tabla de Van der Stock, un lienzo de Juan de Juanes y una tinaja ibérica.

El museo, dirigido por el arqueólogo Javier Martì, sorprende además por su innovadora museística. Abundan los elementos interactivos y audiovisuales de última generación, en varios idiomas y sólidamente documentados. Una máquina del tiempo permite pasearse por la Valencia de hace mil años hasta la actualidad. Pero puede que lo más novedoso sea el tratamiento de las piezas, con escenografías evocadoras que facilitan el entendimiento de la arqueología.

- Museo de Historia de Valencia (963 70 11 05). Valencia, 7. De martes a domingo, de 9.15 a 14.00 y de 17.30 a 21.00. Entrada gratuita.

2 Un jardín para meditar

En pleno casco antiguo y junto al Botánico, un jardín de 1802 con uno de los arboretums más importantes de Europa, se alza el jardín de las Hespérides. Un lugar propicio para la ensoñación, en especial durante las horas más crudas de la canícula. Lo diseñaron en 2000 María Teresa Santamaría, Antonio Gallud, Miguel del Rey y Carlos Campos, y ha sido galardonado con el premio bienal de arquitectura del colegio de arquitectos de la comunidad valenciana. Un espacio íntimo, de inspiración mitológica y tradición valenciana y de talante geométrico y racional. No sólo la vegetación, sino el agua, los elementos escultóricos y el mobiliario crean rincones para el recogimiento, como la pérgola del acceso sur. Para crear la sensación de orden y simetría, murallas de cipreses y distintos tratamientos de áridos cubriendo el suelo. Las esculturas potentes de Miklós Palfy representando a Hércules, las ninfas de las Hespérides y la Venus Afrodita, así como la colección de hasta 50 cítricos diferentes, muchos ya desaparecidos de la huerta valenciana, hacen de éste un jardín singular.

- Jardín de las Hespérides. Paseo de la Pechina, s/n. Junto al Jardín Botánico.

3 Arquitectura e Ilustración

- Muvim (963 88 37 30). Guillem de Castro, 8. De martes a sábado, de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00. Domingo, de 10.00 a 14.00. Visitas gratuitas guiadas, previa petición.

4 El paisaje hecho arte

Hasta el 7 de septiembre, el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) mostrará una exposición retrospectiva de Hannsjörg Voth: una serie de bocetos y fotografías del trabajo de este artista alemán realizados en el desierto de Errachidía (Marruecos). Una obra onírica entre las piedras de la hammada, en mitad de la nada, para recogerse en su interior y contemplar las estrellas y el espacio ilimitado. El comisario, Josep Salvador, ha seleccionado, entre otras, las fotografías de la famosa Escalera al Cielo, que, como en la vieja canción de Led Zeppelin, trepa hacia el firmamento. La obra de Voth está llena de referencias mitológicas y culturales. Piedra, madera y barro son los elementos con los que ha construido su sueño, apuntalado por un equipo de alarifes locales. El marco elegido para la muestra no podía ser más adecuado: la Sala de la Muralla, un gran espacio atravesado por un lienzo de la muralla cristiana medieval levantada con el mismo material que la obra de Voth: el tapial.

- IVAM. Guillem de Castro, 118 (963 86 30 00). De martes a domingo, de 10.00 a 20.00. Precio: dos euros. Domingo, entrada gratuita.

5 Comer entre peces

El restaurante Submarino está situado en uno de los edificios emblemáticos del recién estrenado L'Oceanogràfic de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias. La cubierta, en forma paraboloide, ha sido diseñada por Félix Candela y recuerda las ondulaciones de la anémonas de mar sacudiendo sus tentáculos en el agua. El local se sitúa en la planta inferior, tiene forma circular y está rodeado de un acuario con pequeños peces pelágicos plateados que nadan sin descanso y en la misma dirección en torno al comensal, sin llegar a marearlo. El local, dirigido por Jesús Barrachina, está decorado con aluminio y madera y resaltado por luces indirectas. Lo preside una fabulosa lámpara de la diseñadora Ayala Serfaty en forma de medusa. La cocina lleva una clara impronta de fusión, con propuestas tan sugerentes como la tempura de verduras, el carré de cordero en costra de frutos con cuscús y el taco de atún al aceite de sésamo.

- Restaurante Submarino. L'Oceanogràfic. Ciudad de las Artes y de las Ciencias (961 97 55 65). Avenida Autovía de El Saler, s/n. Unos 35 euros.

6 A Fuego Lento

Se autodefine como taberna, pero es algo más. En un local de reducidas dimensiones, el restaurante ofrece, sin embargo, sensación de amplitud debido a su espacio estructurado en dos alturas y dividido mediante un altillo. Allí, Miguel Ángel Rodríguez, conocido por regentar su clásico La Montaraza, da rienda suelta a su apasionamiento gastronómico. El secreto de su cocina radica en el clasicismo de su propuesta, elaborada con precisión y una materia prima excelente: bonito escabechado con pil-pil de almendras, carne roja con flor de sal y rabo de toro con patata crujiente. Los postres no desmerecen, y algunos, como la tarta de chocolate ligeramente amargo, rozan lo sublime. La bodega es otro de los platos fuertes de la casa, con sus alrededor de 500 referencias, que viajan desde California hasta Suráfrica y Australia, pasando por las 49 denominaciones nacionales. El lema del local bien podría ser la transparencia. Transparencia de la cocina abierta al público, de la bodega separada de la sala con tabiques de cristal y de la calidad de la oferta.

- A Fuego Lento (963 37 19 56). Antiga Senda de Senent, 3. Cierra domingos y sábados al mediodía. Entre 25 y 30 euros.

7 Burdeos enamorado

Burdeos in Love es uno de los recientes locales de moda del centro histórico de Valencia. El lirismo del nombre alude a su vocación vinícola y a los tonos de la decoración, resaltada por grandes vitrinas de botellas iluminadas. Dominan los tonos granates y negros y la calidez lumínica. La cocina hace honor al ambiente moderno del lugar y ofrece una serie de platos claramente creativos y muy bien elaborados por la mano experta de Juan Enrique Buades: ravioli tibio de gambas al ajillo y pulpo, timbal de manzana y foie-gras con aceite de vainilla, rape braseado con lascas de ibérico o torrija de horchata al aroma de Pedro Ximénez. Lo frecuentan ejecutivos y empresarios a mediodía, y gente joven por la noche y durante los fines de semana.

- Burdeos in Love (963 91 43 50). Mar, 4. Cerca de la calle de la Bolsería. Cierra los domingos y sábados a mediodía. Entre 30 y 35 euros.

8 De compras por la Bolsería

Es una de las calles del casco histórico de Valencia más conectadas. En ella y en torno a ella se extienden numerosos restaurantes y tabernas de nuevo cuño y clásicas, como el Polp (Reina, 148), pero también bares de copas con actuaciones en directo y tiendas divertidas. Está en pleno barrio del Carmen, y forma parte de un proyecto de rehabilitación del centro más degradado, en el que se han construido también varias viviendas de realojo interesantes, como son las de la calle de Guillem Sorolla. En la Bolsería se mezclan tiendas tradicionales de tejidos valencianos o cuchillerías con otras de objetos de plata de diseño, como 8m2 (en el número 28) o una tienda de Custo (en el 24). Son también atractivas Misstura (Caballeros, 8), con ropa y calzado joven y psicodélico, y Bacilococco (Purísima, 1), en la misma línea.

9 Mercado modernista

El mercado de Colón está en plena zona centro y rodeado de la Valencia más comercial. Ha sido rehabilitado recientemente y se trata de una construcción modernista de 1916, proyectada por el arquitecto saguntino Francisco Mora, amigo y discípulo de Gaudí. De hecho, la estructura de hierro, los cerramientos de ladrillo visto y los paneles cerámicos y florales hacen honor al estilo rompedor de aquella época. La brillante restauración, a cargo de la empresa Aumsa, ha costado 35 millones de euros y le ha devuelto su rostro original, aunque privado de su función original. Ahora alberga locales como cafés, una floristería y un par de tiendas de alimentación. El sótano está ocupado por varias dependencias de El Corte Inglés que venden libros y discos. En espera de llenarse de un mayor contenido -fruto, tal vez, del paso del tiempo y de la imaginación-, el mercado ofrece mientras tanto su fantástica belleza recuperada.

- Mercado de Colón. Jorge Juan, s/n.