_
_
_
_
_

De la música 'indie' al 'geocaching'

Patricia Gosálvez

Bucólico y sosegado, sí, pero no hay que dejarse engañar. Gales ofrece un programa frenético de actividades, que van desde la música indie al buceo. Durante todo el verano suena el Festival de Swansea (www.swanseabayfestival.com) que ofrece ópera en la plaza del castillo y raves electrónicas en el parque de la ciudad donde nació Dylan Thomas y existe un centro-museo sobre el autor.

Pero el mayor espectáculo cultural llega, en julio y agosto, a Cardiff, que brinda cada año el mayor festival gratuito y al aire libre de Reino Unido (www.cardiff-festival.com). Teatro callejero, conciertos y cacharritos de feria aderezados por la del International Food and Drink Festival, que coincide en la ciudad del 10 al 12 de julio. Para ahondar en las raíces folklóricas de la zona se puede acudir al Eisteddfod, celebración de todo lo galés desde su primera edición, en 1176 (www.eisteddfod.org.uk). Al Green Man el periódico The Guardian lo bautizó "el festival-boutique definitivo", dada "su ubicación entre colinas, su educado público y su mezcla ganadora de indie y folk", para comprobarlo hay que estar en Crickhowell del 21 al 23 de agosto. Asistirán, por ejemplo, Jarvis Cocker o Wilco.

Más información
Un paisaje para tres millones de ovejas

Además de un festival de música en cada pueblecito, la gastronomía es el otro gran reclamo del verano galés. En Caerphilly celebran en julio el Big Cheese, un homenaje al queso en torno al castillo medieval del pueblo (www.caerphilly.gov.uk). En Pembrokeshire optan por el Fish Week, una semana de cata de marisco y cursos de pesca (www.pembrokeshirefishweek.co.uk). El premio a la originalidad se lo llevan los eventos del hermoso y diminuto pueblo de Llanwrtyd Wells. En junio celebran el maratón Hombre versus Caballo, inaugurado en 1982, y ganado sólo en una ocasión por un hombre, como era de esperar. En agosto llega el Campeonato Mundial de Snorkelling en Pantano, que tras tan grandilocuente nombre esconde una juerga que consiste en atravesar dos veces 60 metros de lodo. Según explican en una página web (www.green-events.co.uk) ambos eventos se les ocurrieron a varios vecinos del pueblo mientras tomaban pintas en el bar.

Para sumergirse en el paisaje Gales cuenta con todo tipo de iniciativas al aire libre. Escalada, surf, espeleología, ciclismo, equitación, senderismo, coasteering... ¿Coasteering? El palabro define un deporte inventado en los ochenta en Pembrokeshire y exportado después al resto del mundo. Consiste en recorrer la costa a pelo, es decir, trepando, escalando, zambulléndose y nadando sin la ayuda de cuerdas ni embarcaciones, una especie de ascenso de cañones oceánico. La rocosa costa galesa es perfecta para practicarlo y hay excursiones disponibles en la costa norte, Pembrokeshire y la península de Gower. El día entero sale por unos cien euros. Y por si el coasteering fuese poco, los aventureros más avezados también pueden contratar cursos de arquero o jornadas de bushcraft, que consisten en sobrevivir en el campo usando sólo herramientas y técnicas ancestrales. Todas estas actividades, y muchas otras, más normales, como paseos a caballo o salidas de pesca, se pueden contratar en www.visitwales.co.uk.

Gales es un paraíso para senderistas, y las cientos de rutas que recorren su campiña se pueden encontrar en www.walking.visitwales.com. Tanta es la afición que en verano hay incluso un festival de senderismo con hasta 47 rutas guiadas (www.mumblestic.co.uk). Entre las propuestas más novedosas para aderezar los paseos está el geocaching, una especie de caza del tesoro con GPS. Los participantes esconden en lugares recónditos tupperwares con pequeños objetos (juguetes, un bloc, un boli) e informan de su localización GPS a la web www.geocachingwales.com. Los demás, armados con un receptor de GPS, ya tienen una excusa para lanzarse al campo.

Boletín

Las mejores recomendaciones para viajar, cada semana en tu bandeja de entrada
RECÍBELAS

Para una aventura algo más relajada y cuya única recompensa es la contemplación, se puede alquilar un barco para recorrer los canales interiores. El de Langollen, el más conocido y transitado, lleva unos 3 días. Otras opciones son los canales de Montgomery, Monmouthshire y Brecon, que navegan por el río Wye, donde, presumen los galeses, se inventó el término "pintoresco" (www.waleswatersports.co.uk).

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Patricia Gosálvez
Escribe en EL PAÍS desde 2003, donde también ha ejercido como subjefa del Lab de nuevas narrativas y la sección de Sociedad. Actualmente forma parte del equipo de Fin de semana. Es máster de EL PAÍS, estudió Periodismo en la Complutense y cine en la universidad de Glasgow. Ha pasado por medios como Efe o la Cadena Ser.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_