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Reportaje:FIN DE SEMANA

Un té a la menta en París

El recinto de la Gran Mezquita invita al disfrute de lo árabe

El impresionante palacio fortaleza de la Gran Mezquita de París, junto al jardín de Plantas y el Museo de Ciencias Naturales, es uno de los lugares más atractivos de la ciudad. No sólo porque representa el símbolo de una institución islámica tradicional en la cual convergen largos episodios de hostilidad y amistad francoárabes, sino porque, tras la visita a un edificio distinto al canon occidental, propone acceder a los baños de vapor de una sauna, degustar un té a la menta con dulces orientales -especialidad del lugar- en su cafetería, descubrir platos mediterráneos en la mesa del restaurante, y comprar vasijas o cítaras traídas de su país de origen en una tienda anexa, provista de innumerables objetos decorativos.

El palacio, con una extensión de 7.550 metros cuadrados, 3.500 de los cuales están reservados a jardines, está a dos manzanas del Instituto del Mundo Árabe y la Universidad de Jussieu. Del edificio surge un minarete, torre de 35 metros de alto con un singular efecto visual con el entorno urbanístico. Históricamente, la Gran Mezquita fue construida como espacio de oración y memoria rindiendo homenaje a los 100.000 soldados musulmanes, marroquíes, argelinos, tunecinos y senegaleses muertos por Francia durante la gran guerra del 14.

Hace unos años, con ocasión del 70º aniversario de su creación, Jacques Chirac, presidente de la República, declaró en su visita: "Esta ciudadela representa un islam moderado, funcionalmente generoso y tolerante, extranjero a todo fanatismo y profundamente respetuoso con las creencias de cada uno, y que hace suyo el axioma teológico que propone un solo Dios en el seno de legislaciones religiosas diferentes".

La mezquita, en su conjunto, tiene un estilo hispano morisco. El gran patio o pila central, alrededor del cual se organiza la vida ordinaria del centro, es semejante al de la Alhambra granadina. El proyecto para asentar una gran fundación musulmana en Francia se remonta a 1767, idea de Luis XV y del sultán de Marruecos, pero sólo vería su realización en 1920.

Técnicas artesanales

Fuentes con ese ínfimo detalle que les otorga el valor imaginario de un manantial virgen; arcadas esculpidas sobre columnas, mosaicos, pasarelas bajo cúpulas geométricamente misteriosas fueron construidas para la mezquita por diferentes artistas magrebíes según antiguas técnicas artesanales. Sus simetrías atractivas confieren al lugar un aire de ensoñación particular. La sala de oración, sin duda la habitación más sorprendente del palacio, y prevista para acoger a 500 fieles, contiene tapices persas de gran belleza.

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La mezquita es muy activa gracias a los trabajos del Instituto Musulmán de Teología. Su rectorado tiene por misión religiosa y diplomática la difusión en Francia de un islam tolerante, desmarcado del sectarismo e integrismo litúrgicos fanáticos. Para el doctor Dalil Boubakeur, "el islam prohíbe la superstición, el acercamiento excesivo a las vanas riquezas y el culto a los ídolos. El islam recomienda a sus fieles la ciencia y el homenaje a los sabios, y combate la ignorancia". O, como reza uno de los principios del Corán: "No existe ninguna obligación a la fuerza en religión". La propiedad jurídica de la institución es de la sociedad Des Habous y los Lugares Santos del Islam.

Durante nuestra visita al salón de té, Serge Toubiana (ex director de la legendaria revista Les Cahiers de Cinema y actualmente encargado por el Gobierno de un plan para el nuevo emplazamiento y gestión de la Cinemateca Francesa) se hallaba esperando a la mujer de Pialat, cineasta recientemente fallecido. "¿Viene usted a menudo a la mezquita?". "Nací en Túnez y viví allí 12 años de mi infancia", respondió Toubiana. "Venir aquí, encontrar todos estos sabores y olores difundidos en un ambiente especial me embarga de placer. El mundo mediterráneo tiene un arte de vivir sensual y pacífico inimitable".

La Gran Mezquita de París, edificio de 1920 levantado sobre el terreno del antiguo hospital de la Piedad.
La Gran Mezquita de París, edificio de 1920 levantado sobre el terreno del antiguo hospital de la Piedad.JOEL ROBINE

DATOS PRÁCTICOS

La visita

- Gran Mezquita (0033 145 35 97 33). Plaza de los Pozos de la Ermita. París.
Metros: Jussieu o Censier Daubenton.
Horarios: entrada y visitas guiadas, de 10.00 a 12.00, y de 14.00 a 1.30 (en verano, hasta las 18.30).
Precios: 3 euros. Salón de té: de 9.00 a 23.00. Precio de un té, dos euros.
Restaurante: abierto desde el mediodía hasta la noche. Precios: couscous du chef: 19 euros; tagín de cordero: 14,50 euros.
Hamman (sauna): 15 euros.
Souk (tienda): abierto de 11.00 a 19.00 horas (para más información, llamar al teléfono 01 43 31 38 20 o 01 43 31 53 30).

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