Londres, 20 años y 200 libras

A diario son muchas las ofertas de las low cost que brillan insistentes en nuestra pantalla del ordenador para volar al vibrante Londres. No obstante, lanzarse a comprar el billete sin antes conocer sus secretos puede ser peligroso para el bolsillo de un aventurero de bajo presupuesto.

Alojamiento sin arruinarse

Si no tienes un amigo en Londres que te acoja es porque no quieres. Páginas como Couchsurfing.com promocionan una forma económica, cultural y segura de viajar. El "Facebook de los viajeros intrépidos" alberga cientos de personas que abren las puertas de sus casas de forma desinteresada para tomar un café, darte un tour o acogerte en su hogar. Para los más escépticos hay unos procedimientos que garantizan la seguridad. Si sigues pensando que esto no es para ti, siempre te quedarán los bed & breakfast y las residencias de estudiantes (www.yha.org.uk).

Trucos del transporte

Londres está dividido por zonas: el centro, la zona 1 y 2, y la 9, las afueras (www.tfl.gov.uk). Una vez que hayas visualizado la ensaimada y situado la crème de la crème en el centro, debes mirar en qué zona te vas a quedar. Cuanto más a las afueras, más caro es el transporte. Puedes hacerte con una tarjeta recargable Oyster (cinco libras), que se puede reembolsar si la devuelves antes de irte. Según la hora del día que viajes, el trayecto puede costar una cantidad u otra, con hasta tres libras de diferencia.

El clima no es excusa

La lluvia puede interrumpir un plan por no llevar calzado adecuado. No dudes en acercarte a Marc by Marc Jacobs. Sí, oyes bien, la línea joven del conocido diseñador tiene botas de lluvia de colores por 15 libras. En los almacenes Primark, famosos por sus ridículos precios y por ser la locura juvenil del momento, encontrarás paraguas y guantes desde una libra.

Comer sin límite

Lugares como el bufé de comida china sin límite por cinco libras Mr. Wu o la cadena Enough 2 Feed an Elephant saciarían a un elefante, como su nombre indica. Pero lo más económico, si tienes un microondas a mano, son los noodles (muy recomendables los de la marca Koka a 45 peniques).

Con un poco de suerte y una sonrisa, también puedes acercarte justo antes de la hora de cierre a cualquier Prêt à Manger, rendirte frente al enemigo de la vergüenza y hacerte con miles de sándwiches gratis que los dependientes, por lo general españoles o italianos, estarán encantados de regalarte antes que tirar a la basura.

Y para esa noche especial en la que sorprender, el restaurante Small & Beautiful tiene un comedor pequeño, iluminado con velas. Sus mejores secretos son los panes de queso con confitura de tomate, y su plato estrella, los mejillones.

Museos gratis

Ni los horarios ni el dinero sirven de excusa para decir que no a la Tate Modern: es gratis y los viernes y sábados cierra a las 22.00.

El SouthBank Centre, junto al London Eye y con vistas al Támesis, ofrece festivales y cursos gratuitos y en Kensington Gardens hay performances y proyecciones nocturnas desde cuatro libras.

Regateo de mercadillo

En mercadillos como Brick Lane o Portobello es completamente cierto que la ropa de segunda mano es a veces más cara que la de primera. Aun así, la combinación de sabores, colores y culturas les dan un ambiente creativo y joven. Las tiendas de ropa vintage escondidas en pisos suelen ser más baratas que los puestos. Aprovecha también las últimas horas de venta para regatear y conseguir una ganga. Imprescindibles: la tienda Absolute Vintage y un paseo por las galerías de los alrededores como Idea Generation Gallery, liderada por un colectivo experimental.

Arquitectura sin 'tour'

Olvídate de los autobuses turísticos (carísimos). Si te consideras un amante de la arquitectura, no te pierdas el Economist Building (25, St. James's Street), de Alison y Peter Smithson, la Lisson Gallery de Tony Freton (52-54, Bell Stree) y una parada en la librería de la Architectural Association School of Architecture (36-37, Bedford Square). Para los apasionados del diseño, el Victoria and Albert Museum (gratis) alberga colecciones de moda, cerámica y fotografía.

Si tienes tiempo, acércate a Greenwich en tren, hazte pasar por bailarín y piérdete por el Centro de Danza Laban (Creekside, Greenwich), un proyecto de Herzog & De Meuron.

'Indie' en el establo

En Proud Camden (cinco libras) suenan dioses del rock y grupos indies recién salidos del horno. Es un antiguo hospital de caballos donde podrás bailar Dizzee Rascal hasta el cierre y donde, sobre todo, encontrarás lo más trendy. En los diferentes ambientes hay instalaciones, performance y directos de artistas como Likke Li o The Teenagers.

Si prefieres la música garage o techno y no te importa gastar algo más, la discoteca Aquarium (20 libras) es conocida por su piscina en la que se puede nadar hasta que sale el sol. Por último, acércate a Cargo, pionero por su concepto MDF (music, dance, food) y conoce los mejores dj del momento.