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Reportaje:VAMOS A... EL DELTA DEL EBRO

Faros y flamencos en cinemascope

Entre la bahía de Alfaques y la península de Fangar todo se ensancha. Los secretos del frágil delta del río Ebro

El tarraconense delta del Ebro y el leridano valle de Arán son, además de antípodas catalanas, territorios de honda singularidad por su aislamiento geográfico. Tanto es así que muchos de los conciudadanos de ambas comarcas se consideran ajenos al resto de la comunidad autónoma.

Lo primero que pide el delta que forma el río Ebro, la llamada quinta provincia catalana, es tomar distancia subiendo a pie durante una hora y media hasta las cumbres del Montsià. La abertura en la montaña, o Foradada, a espaldas de Sant Carles de la Ràpita, permite extasiarse, a vista de gaviota, ante la llanura aluvial: triángulo en forma de flecha de unos 30 kilómetros de largo por 25 de ancho en donde los arrozales empiezan poco a poco a tomar un cariz dorado anunciando la siega del mes entrante. Un total de 230 especies de aves disfrutan del tercer humedal más espacioso de Europa, tras La Camarga francesa y Doñana. Este mes se da por acabada la época de cría, toda vez que los pollitos se disponen a emigrar al continente africano.

El delta del Ebro es uno de los primeros ecosistemas amenazados por el cambio climático. Para contener el previsto aumento del nivel de los mares se levantarán diques de contención antes del año 2050.

01 En barco desde Sant Carles de la Ràpita

La bahía de los Alfaques se puede navegar en botes de motor (sin necesidad de titulación) desde Sant Carles de la Ràpita, con Badia Alfacs (649 22 18 92; http://embarcacionsbadiaalfacs.com). Es una manera de zambullirse en la punta de la Baña, o acercarse a las salinas, o a los bateas.

El Delta es una caja de sorpresas. La salida en coche hacia Poblenou habrá que emprenderla con parsimonia, si no rebasaremos a los cinco kilómetros un arte de pesca fijo de la laguna de la Encañizada (canyís llaman aquí al carrizo); es la Pantena, que atrapa con su embudo cuantas especies marinas pugnan por regresar al mar.

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02 Garcillas en Poblenou del Delta

Una vez atravesado Poblenou del Delta (Amposta), pueblo de colonización erigido tras la Guerra Civil, se yergue entre dos cubetas de la laguna de la Encañizada el mirador del Través, excelente para otear garzas imperiales y garcillas bueyeras. La enorme barraca es centro de información (977 26 10 22) del parque natural del Delta del Ebro y por ella se accede a la Casa de Fusta, vistoso refugio de cazadores traído de Canadá en 1926, que aloja una exposición sobre las lagunas. Un buen momento para comprar arroz y flor de sal.

Al lado, el restaurante L'Estany (977 26 10 26) encantará a los buscadores de lo auténtico. Lluís García sirve menús degustación con la particularidad de identificar los platos una vez paladeados para evitar así prejuicios con las ortigas de mar o las huevas de penca, llamadas el caviar del pobre. Sorprende ver a los lugareños los fines de semana desayunarse callos o manitas de cerdo. El local dispone de embarcadero donde enseña a perchar en barquet por un circuito propio; también se organizan paseos en carro y, muy importante, se alquilan bicicletas.

03 Barra del Trabucador

En el Delta uno memoriza tramos de costa como quien salva una diapositiva para el recuerdo. Verbi gratia, la barra del Trabucador. Nada de ruidos ni edificios a la vista; sólo una lengua de seis kilómetros de arena consecuencia del desplazamiento de los sedimentos por las corrientes. La huella humana es tangible en los postes de línea eléctrica que alimentaba las salinas. En las salinas, bandadas de flamencos alimentándose mientras esperan a los fotógrafos.

La pista acaba un kilómetro antes del mirador de la Baña (al que se llega caminando), donde una barrera, tal que en Rota o Gibraltar, pone puertas al campo. Con la prohibición de llegar al faro -se aprecia, filiforme, cual cohete de Cabo Cañaveral- se busca acotar la reserva natural parcial, joya de la corona del parque natural, por la presencia del 70% de la población nidificante mundial de gaviota de Audouin.

El avance del nivel del Mediterráneo se previó a mediados del siglo XIX, diseñando para la Baña un faro portátil con armazón desmontable de hierro forjado, que hoy se exhibe en el Museo del Puerto de Tarragona.

04 La laguna de la Tancada y playa de Migjorn

Si seguimos costeando hacia el Norte, brillan otros tesoros menos obvios. Como el mirador de la Tancada, laguna con el régimen salino más alto y en la que evolucionan todo el año flamencos, y por estas fechas ánades reales y somormujos lavancos.

A nueve kilómetros de la desembocadura está Sant Jaume d'Enveja, cuya oficina de turismo ocupa el Centro de Interpretación de las Barracas (977 46 81 65). La barraca es el elemento que mejor identifica la influencia valenciana. La estructura catalana resulta más baja que la valencià y con menor grado de inclinación en el tejado debido al azote del cierzo o mestral, lo que exige en Tarragona un techado de barrón más elaborado. Buscamos el vial que enfila directo a la playa del Migjorn y al previo mirador de la Alfacada, sobre la laguna homónima y la isla de Buda, de acceso restringido. Un kilómetro hacia el Sur y descubriremos una playa nudista, secretísima, la del Serrallo.

En Sant Jaume d'Enveja saltamos de la comarca del Monsià a la del Baix Ebre. Cruzar el Ebro será un acontecimiento etnográfico hasta la inauguración del puente (inyección de dinamismo prevista para 2010). Y ello porque siguen prestando servicio dos tradicionales líneas de barcazas, con aforo para 25 coches. Muchas son voces que abogan por su continuidad como recurso turístico.

05 Deltebre y los arrozales

En Deltebre se halla el centro de información y Ecomuseo (977 48 96 79) donde se explican los diferentes ecosistemas del Delta, con representación en vivo de huertas, lagunas, arrozales y bosque de ribera. Se acompaña de un llaüt (barco de carga) y acuarios.

Bordeando el Ebro por su margen izquierda, a cien metros del club de piraguismo Xino-Xano, veremos un viejo llaüt restaurado, de cuando el Ebro era una importante vía de comunicación: se descendía desplegada la vela latina y se remontaba a golpe de cabalgadura. En el restaurante Nuri (977 48 01 28; www.creuers-delta-ebre.com) llega la opción de embarcarse en un paseo de 45 minutos. Desde la golondrina se ve la laguna del Garchal, el viejo cauce, las islas de Buda y San Antonio, el punto donde rompe el oleaje. En realidad la desembocadura tiene más de simbólico que de espectacular: el río que da nombre a la Península muere formando una barra arenosa de 300 metros con un solo canalillo para la navegación. Una lámina de agua dulce en la superficie y el grueso del caudal salobre que llega hasta Tortosa. Quien más quien menos rememora aquí los trasvases del Ebro, o recuerda la retención de sedimentos por culpa de 200 embalses.

06 Panorámicas en el mirador del Garchal

El lamentable estado de conservación de la montaña de las Vírgenes, arranque del Camino Jacobeo del Delta, aconseja seguir un kilómetro hasta el impresionante mirador del Garchal, inaugurado en Semana Santa. Es tan excepcional la panorámica de los estertores del río desde este zigurat de madera que compite en vistas con la travesía en golondrina. Toda esta zona del Garchal y las dunas merecen conocerse a pie. En la urbanización Riumar, el acceso a las dunas se ha salvado con pasarelas de madera. Seguidamente atrae nuestra atención la punta del Fangar y la ensenada que conforma: el golfo de Sant Jordi.

07 Península del Fangar

A un kilómetro de la playa de la Marquesa, por una pista de tierra que en invierno anegan las dunas, se alcanza la playa del Fangar, una de las mejores para el baño, de índole naturista, paraíso cuajado de dunas móviles y fijas que se comparte con charranes, chorlitejos y correlimos. Hasta principios de septiembre permanece el precinto de la carretera a fin de salvaguardar los nidos de pisadas imprudentes. La superficie dunar es tan fina que sobre ella se imprimen delicadamente las variaciones más sutiles del viento. Algunos de los valores botánicos más altos son el limonium y la azucena de mar.

Seguidamente entramos de lleno en la península del Fangar, que busca simetrías con la de la Baña. Es una llanura dorada en la que la reverberación del sol suscita durante la canícula espejismos de agua, como si el Mediterráneo envolviera el faro o una caravana de coches se desplazara sobre las olas. Y siempre provistos de sombrero y agua, por cuanto las dos únicas sombras de esta península son el mirador y el faro de bandas rojas y placas fotovoltaicas, como caído del cielo. Las bateas delatan su presencia a lo lejos. ¿Quién puede poner en duda que el Delta sea un estado mental?

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Un paseo acariciado por el viento de la zona catalana. Desde la localidad de Tortosa con su catedral e impresionantes vistas desde el castillo de la Suda a Deltebre, un pueblo lleno de ambiente y parajes naturales propios del ecosistema fluvial de la zonaVídeo: CANAL VIAJAR

Los mejillones bailan la jota

Todo marisco

Las dos bahías deltaicas se han revelado ubérrimas para el cultivo de moluscos. Hay diferencias con Galicia: a las bateas las denominan en Cataluña muscleres (mejilloneras): hay 92 en los Alfaques y 74 en el Fangar. Y en vez de cadenas, como en Arousa, el anclaje se realiza con barras de hormigón. Los sábados existe una Ruta de las Mejilloneras que incluye una travesía por la bahía de los Alfaques y el desembarco en la batea/caseta del Parrillo. La explicación, a cargo de Agustí Bertomeu, presidente de la Asociación de Productores de Moluscos, precede a la degustación de ostras y mejillones regados con cava. Lo cierto es que en el Delta también se crían almejas, navajas y chirlas. También se puede adquirir conserva de ostras al natural, en escabeche y ahumadas.

» Ruta de las Mejilloneras. 25 euros; para niños de 5 a 12 años, 12,50 euros. Reserva previa. Phileas Viatges (600 44 75 87; www.rutadelmuscloiostra.com).

De buena mano

Una llanura infinita es el perfil permanente en el Delta. De ahí que perderse sea inexcusable. Una de las pocas personas que podría orientarnos telefónicamente sería Josep Bertomeu Polet, uno de los mejores conocedores del Delta, tanto su naturaleza como tradiciones y cultura del barro. Es cosa de ver cómo navegan por el Ebro sus barquitos de carrizos. Cristian Jensen, de Audouin Birding, es el monitor ornitológico de referencia. Nada como acoplar la cámara a su telescopio.

» Audouin Birding (649 28 60 86; www.audouinbirding.com).

» Josep Bertomeu Polet (606 07 27 89; consultar precios).

Siega y trilla

La tradicional labor de siega y trilla se acompaña de jotas (herencia aragonesa) y juegos tradicionales. El día 16 de septiembre se celebra en la isla de Buda, única ocasión en que se permite el acceso para ver la masía y los caballos camargueses. En las barracas de Salvador (Deltebre) se celebra, paella incluida, el 20 de septiembre. Los carros típicos de segadores y las rondallas arriban el 4 de octubre al restaurante L'Estany, en Poblenou del Delta.

» L'Estany (www.restaurantestany.com; 977 26 10 26). Partida L'Encanyissada, Amposta.

Guía

Comer

Los fines de semana conviene reservar mesa.

» Les Algues (977 74 45 78). Puerto Deportivo de Sant Carles de la Ràpita. Menús de 20, 40 y 50 euros. Tiene maestro coctelero.

» Cal Faiges (977 74 27 03). Poble Nou del Delta, Amposta. Marisco del Delta y 12 variedades de arroz. Unos 35 euros.

» Los Hortets (664 33 33 83; Deltebre). Cocina tradicional. Arroz de pato a la cazuela. Cerca de 35 euros.

» Racó del Riu (977 46 83 78). Embarcadero de Sant Jaume d'Enveja. 32 clases de arroz, pato con higos y fideuá con fideos llamados "angulas de trigo". Menú, 32 euros.

Dormir

» Hotel Marjal Allotjaments (680 54 21 49; www.marjalallotjaments.com). Poble Nou del Delta, Amposta. Espectacular salón-galería con telescopio sobre la laguna de la Encañizada. Chisco pone toda su amabilidad. 150 euros la doble (dos noches, 275; tres, 400).

» Barracas de Salvador (627 54 27 84; www.dsi.es/labarracadesalvador). Deltebre. Tres barracas con pedigrí totalmente equipadas y gestionadas por Salvador Gómez, una de las pocas personas que conocen su compleja técnica constructiva. Para dos personas, entre semana, 60 euros; fines de semana, reserva mínima dos noches, 150 euros en total.

» Una alternativa en Deltebre es la Masía Tinet (977 48 93 89; www.masiatinet.com).

Actividades

» Global Kite (658 43 13 20; www.global-kite.com) imparte cursillos de kitesurf en la barra del Trabucador.

Información

» Turismo de Terres de l'Ebre (977 44 44 47; www.terresdelebre.travel).

» Comarca del Montsià (977 70 43 71; www.montsia.cat).

» Comarca del Baix Ebre (977 44 53 08; www.baixebre.cat).

» Sant Carles de la Ràpita (977 74 46 24; www.turismesantcarlesdelarapita.org).

» Oficina de turismo de Amposta (977 70 34 53; www.turismeamposta.cat).

» Turismo de Sant Jaume d'Enveja (977 47 80 56; www.santjaume.org).

» Turismo de Deltebre (977 48 93 09; www.deltebre.org).

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