El primer Porsche de la historia

El país germano ha sido y sigue siendo uno de los mayores exponentes de la tecnología del automóvil en todo el mundo. Enseñas como Mercedes Benz, BMW, Audi o Volkswagen son verdaderos motores de la economía teutona, ciudades como Ingolstad, Stuttgart o Munich muestran al viajero la historia de la automoción desde sus inicios dentro de espectaculares edificios.

Museo Mercedes Benz

Además de ser una de las cunas de la cerveza Stuttgart tiene la fortuna de albergar dos de los museos más emblemáticos de la industria automotríz: los museos de Mercedes Benz y Porsche.

Fue en 1899 cuando Gottlieb Daimler presentó en la exposición Internacional de vehículos a motor de Berlín sus primeros propulsores. A partir de aquella fecha la marca de la estrella ha sido sinónimo de calidad y prestigio.

El museo original se inauguró en 1923, y a lo largo del siglo pasado tuvo diferentes ampliaciones y reformas hasta que en 2006 se creó el actual edificio de nueve plantas diseñado por el estudio holandés UNStudio. Con una exposición de 16.500 metros cuadrados, en su interior atesora más de 120 años de historia a través de más de 160 unidades, desde los primeros vehículos creados por Karl Benz y Gottlieb Daimler, hasta coches míticos de competición como el Silberpfeil o modelos más actuales, caso del superdeportivo SLS AMG que aguarda al visitante en la azotea.

Una peculiaridad de este museo es que el recorrido empieza en el tejado: un ascensor sube a la última planta, desde donde el visitante puede elegir diferentes recorridos. Disponen de visitas guiadas, audio guías y hasta una aplicación descargable para iPad, con la que se puede realizar comodamente la visita.

» Horario: de 9:00 a 18:00 (cierra los lunes). Precio: 8 euros. www.mercedes-benz-classic.com

Museo Porsche

Porsche dispone de su propio espacio para la historia junto a las oficinas centrales de la compañía en el distrito de Zuffenhausen. El primer edificio fue diseñado por el estudio austriaco Delugan Meissl e inaugurado en 1976 el actual es de 2009 y dispone de 5.600 metros cuadrados en los que se pueden ver de cerca hasta 80 modelos que recorren la trayectoria de la marca fundada por Ferdinand Porsche y su hijo Ferry Porsche, en 1931. La muestra incluye desde el Porsche Type 356 No. 1, es decir, el primer deportivo que salió de la factoría y que inmortalizó James Dean, hasta los modelos más actuales como Cayenne o Panamera, pasando por el mítico Porsche 911.

Como curiosidad, en un lateral del museo se encuentra el departamento de entregas del taller Porsche, por lo que no resulta extraño ver salir un deportivo recién terminado, y junto a él, a su ilusionado dueño.

» Horario: de 9:00 a 18:00 (cierra los lunes). Precio: 8 euros. www.porsche.com/spain/aboutporsche/porschemuseum

Audi Museum

A poco más de dos horas (en coche) al este de Stuttgart, la ciudad de Ingolstadt llegó a ser capital del ducado bávaro y albergó la primera universidad del país. Actualmente es uno de sus principales centros industriales del automóvil gracias a la presencia de Audi.

La centenaria enseña de los cuatro aros es un conglomerado automovilístico que en su día unió las marcas Horsch, Audi, Wanderer, DKW. Su historia se puede recorrer y disfrutar en el museo Audi, que a su vez forma parte del inmenso recinto Audi Forum: 6.000 metros cuadrados distribuidos en tres plantas con forma de trébol superpuesto, proyectados por Gunter Henn y donde ahora descansan medio centenar de coches míticos. Entre ellos, un Horch 12-28 Phaeton de 1911, los modelos ganadores de las 24 horas de Le Mans e incluso una treintena de motociletas y bicicletas que también inmortalizan la trayectoria de la factoría.

» www.audi.es

Museo BMW

Múnich, al sur de Ingolstadt, es la sede de BMW. Y justo al lado de la fábrica, se encuentra el museo que recuerda el devenir de la marca de la hélice: una estructura circular para el edificio de los cuatro cilindros, que diseñó Karl Schwanzer en 1972, y fue declarado conjunto histórico artístico en 1999.

En el interior, aguarda un recorrido de un kilómetro que concentra en siete áreas la esencia de factoría. BMW nació fabricando motores para aviones hace casi un siglo, para pasar después a los primeros coches con motores bicilíndricos. Hasta los modelos más actuales, el viajero puede admirar grandes mitor de la marca, como el Isetta de los años 50, cuya puerta de acceso era frontal, o el BMW 507 realizado por el conde Albrecht Goertz en 1956 y codiciado por muchos conductores.

El museo ofrece además interesantes rutas guiadas por Múnich de tres horas subido en uno de sus clásicos descapotables al precio de 90¤ por persona.

» Horario 9:00 a 18:00 h (cierra los lunes). Precio: 12 euros. www.bmw-museum.de