_
_
_
_
_
Reportaje:VAMOS A ...LA PALMA

La polca de los caballos

Fiestas y arte de Flandes en un enclave de sorpresas

La pasión quinquenal ha vuelto a la isla. Como cada año terminado en 0 y en 5 (fue instituida en 1680), La Palma está impregnada por las fiestas Lustrales de la Bajada de la Virgen, que ven hoy danzar a los entrañables Enanos a los sones de una endiablada polca. El 5 de agosto, Nuestra Señora de las Nieves retornará a su santuario renacentista, en el monte, a unos cinco kilómetros de la capital, de donde salió el pasado sábado. Habrá que esperar a 2015 para que la festiva visita se repita.

01 Única

El perfil de La Palma, sobre el lomo escarpado de su máxima altura, 2.423 metros, en el Roque de los Muchachos, está configurado por blancas cúpulas y sólidos edificios que miran al cielo. El conjunto de observatorios astrofísicos más importante del hemisferio norte, dependiente del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), ofrece un programa de visitas gratuitas en las que se explica in situ el funcionamiento de los telescopios. En www.iac.es viene el formulario de inscripción; información también en el 922 42 57 28 (de 9.00 a 14.00, hora canaria).

Más información
La Palma flores y lava

Hacia el sur, sobre el poniente, el volcán Teneguía fue el último en hacer erupción en suelo español. Ocurría en 1971, no causó apenas daño e hizo crecer la isla. El Centro de Visitantes de los Volcanes de Fuencaliente (www.fuencalientedelapalma.org) lo cuenta todo. En las salinas de Fuencaliente (www.salinasdefuencaliente.com) se extrae de manera artesanal una de las mejores sales marinas y flor de sal del mundo.

Boletín

Las mejores recomendaciones para viajar, cada semana en tu bandeja de entrada
RECÍBELAS

02 Culta

La calle Real de Santa Cruz de La Palma es el mejor ejemplo de la monumentalidad palmera. En la renacentista iglesia de El Salvador, su transitorio hogar, se dirá en la madrugada del 5 de agosto una misa de despedida, iniciando la imagen gótica de terracota, del siglo XV, el retorno a su santuario por el barranco de las Nieves.

La plaza de España, a la que se abre El Salvador, está flanqueada por casonas nobles dieciochescas y por el edificio plateresco del Ayuntamiento, del XVI: uno de los mejores conjuntos arquitectónicos de Canarias, atravesado por la adoquinada calle Real que, paralela al mar y con fachadas palaciegas de cantería labrada, deja sentir, grato y pausado, el palpitar isleño.

La Palma fue la isla canaria que inauguró el comercio con América; también se creó aquí el inicial juzgado de Indias. Su intercambio con Flandes, de donde procedían los primeros hacendados establecidos para explotar los ingenios azucareros era, asimismo, importantísimo. La herencia que les ha quedado a los palmeros del siglo XXI, además de algunos apellidos (Van de Walle, Van Dale, Monteverde -castellanización de Groenenbergh-, Van Ghemert), es la desbordante presencia de arte flamenco de los mejores talleres de Amberes, Bruselas o Malinas; a cambio, enviaban azúcar, bordados, seda y su exquisito vino malvasía.

La treintena de piezas flamencas (posiblemente el mejor conjunto de España) no son distanciadas obras de arte: forman parte de la vida cotidiana y son objeto de profunda devoción. Así sucede con la Virgen de los Remedios de Los Llanos de Aridane, del siglo XVI, a la que se festeja el 2 de julio, y con Nuestra Señora de las Angustias, de la misma época, sacada también en procesión cada 15 de agosto en torno a su santuario, en el barranco de su nombre, por donde el majestuoso cráter volcánico de la Caldera de Taburiente se vuelca hacia el océano. El conjunto presidido por el Cristo del Amparo, considerado el calvario flamenco más sobresaliente de España, ve también la luz fuera del santuario de las Nieves en Semana Santa, al tiempo que lo hace Nuestra Señora de la Piedad abajo, en la ciudad. La Virgen del Rosario contempla en la distancia los moros y cristianos de Barlovento, en agosto; Santa Lucía sale de su ermita de Puntallana en diciembre; San Blas lo hace en Villa de Mazo el 3 de febrero y la Virgen de Candelaria en Tijarafe en septiembre.

Tallas flamencas hay también en Breña Baja, San Andrés y Sauces y Tazacorte y en varios templos capitalinos; uno de ellos, Santo Domingo, alberga además una extraordinaria colección de pintura de la misma época.

A poniente, en Los Llanos de Aridane, el arte contemporáneo se ha apropiado de sus medianeras urbanas en un proyecto, La Ciudad en el Museo, iniciado en 1999 y que ha traído hasta esta pequeña isla obras, entre otros, de Andrés Rábago (El Roto), Ceesepe, Ouka Leele y Javier Mariscal.

03 Popular

El arte de la seda se conserva aquí como en ningún otro lugar de España. En el taller Las Hilanderas (www.lashilanderaselpaso.com), en El Paso, trabaja Blanca García, nieta de doña Maruca e hija de Bertila Pérez, cuyas cansadas manos, junto con los de la sacadora de seda Nieves Jiménez, mantuvieron una tradición que se remonta al siglo XVI y comienza con la cría de los gusanos (bichos, en lenguaje palmero) para convertirse, tras doce laboriosas tareas, en delicados productos textiles.

En El Molino de Villa de Mazo (www.artesaniadevillademazo.es; 922 44 02 13), Ramón Barreto y Vina Cabrera iniciaron en los años setenta la reproducción de cerámica aborigen, un catálogo de más de 180 piezas con su característico color negro y una exquisita pureza de líneas.

El 15 de agosto se celebrará de forma extraordinaria, por coincidir con la Bajada, la representación de moros y cristianos en Barlovento; la próxima será en 2013. Los caballos fuscos bailarán (lo hacen bienalmente) el 21 de agosto en Fuencaliente su polca de los caballos a la luz de las antorchas. El 7 de septiembre, pasada la medianoche, el diablo de Tijarafe interrumpirá, protegido por una carcasa y envuelto en fuegos de artificio, la verbena de la plaza: es el festivo fracaso del maligno horas antes de que salga en procesión la Virgen de Candelaria.

Cada dos años (y este 21 de agosto toca), los caballos fuscos bailan en Fuencaliente su colorida polca a la luz de las antorchas.
Cada dos años (y este 21 de agosto toca), los caballos fuscos bailan en Fuencaliente su colorida polca a la luz de las antorchas.MARÍA ÁNGELES SÁNCHEZ

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_