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Reportaje:24 HORAS EN... MURCIA

Arte en vez de latas

Veinte kilómetros separan el tapeo de la plaza de las Flores de La Conservera, un innovador centro de arte en una antigua fábrica de conservas. Y una cita más: la Procesión de los Salzillos el Viernes Santo

Hay ciudades, como Murcia, que despiertan el apetito. Apetito de sus famosas tapas, su luz mediterránea, sus aromas primaverales, sus centros de arte y su bullicio callejero. Y apetito de unas fiestas que con la Semana Santa no hacen más que empezar.

09.00 Todos los cafés del mundo

"El café no es una bebida. Es un fenómeno, como la lluvia y el viento. La vida sin él es inimaginable". Esta afirmación preside la barra de Drexco (1) (Trapería, 26; 968 21 95 95), decorada con dos tonos: el de los granos de café tostados y naturales, servidos en todas las combinaciones imaginables. Hasta las 12.00 se desayuna (entre 2,10 y 2,50 euros). Tés, infusiones, repostería, tapas, bocadillos, licores y tartas completan la oferta. Calle de la Trapería abajo, como linfocitos B navegando por las arterias (estamos en la entraña misma de la ciudad), en el número 22, el Casino (2) (968 21 53 99; www.realcasinomurcia.com), rehabilitado entre 2006 y 2009, combina el uso privado de sus socios con las visitas turísticas (5 euros; domingos, de 18.30 a 21.00, gratis) y las actividades culturales. Las estancias de este edificio decimonónico abarcan desde la decoración neonazarí del patio árabe hasta la sobria madera de la biblioteca inglesa, pasando por las suntuosas lámparas de araña del salón de baile. La calle de la Trapería conduce hasta la catedral, cuya plaza del Cardenal Belluga - (3) se cruza una y otra vez en el deambular cotidiano. En ella, además del retablo mayor y la gótica capilla de los Vélez, destaca el órgano de 1856, uno de los mejores de Europa, reinaugurado en 2008 después de más de tres años de intenso trabajo. La fachada principal está acompañada por el palacio episcopal y por el sobrio edificio que Rafael Moneo diseñó para albergar nuevas dependencias del Ayuntamiento, culminado en 1998. El paseo del Malecón (4) (www.murciaciudad.com), frecuentado por caminantes, ciclistas y patinadores, bordea el río Segura (el malecón se construyó para contener sus crecidas), constituyéndose en un pulmón verde, jardín botánico (5) incluido, que sale de la ciudad y se adentra en la huerta.

12.00 Y todas las tapas posibles

La seducción del tapeo comienza por los nombres: marineras, zarangollo, jalufos, hueva y mojama, surtido panocho. Y continúa por uno de sus espacios fundamentales: al aire libre, en las contiguas plazas de las Flores (6) y Santa Catalina y calles aledañas. Un respiro a media mañana para dar buena cuenta de tapas elaboradas con excelentes materias primas y mucha imaginación. Para comprar pastel de carne (3 euros; con sesos, 3,50 euros), souvenir gastronómico por excelencia, dos lugares: Bonache (plaza de las Flores, 8; desde 1828) y Zaher (Riquelme, 5), al ladito mismo. A la plaza de Santa Catalina (7) se abre la elegante fachada del Museo Ramón Gaya (968 22 10 99; www.museoramongaya.es), inaugurado en 1990 y recién remozado: a partir del 12 de abril se podrá contemplar en todo su esplendor; ahora hay algunos espacios cerrados. En estos dos palacetes del siglo XIX depositó más de quinientas obras uno de los artistas más sutiles, sugestivos e independientes del siglo XX, cuyo centenario se conmemora: nació en Murcia el 10 de octubre de 1910. Pintor, ensayista y poeta, Ramón Gaya fundó en 1937, junto a Cernuda, Gil-Albert y María Zambrano, entre otros, la mítica revista Hora de España. De 1939 a 1952 vivió exiliado en México; no volvería a pisar suelo español hasta 1960.

14.00 Para acabar almorzando bien

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La misma y céntrica zona sirve para sentarse a la mesa si lo que se busca es un menú del día a precio asequible: 8,50 euros en la Peña San Isidro-La Panocha (8) (Antonio Segado, 2; 868 95 50 38), al final de la calle de Ruipérez, conocida como Las Mulas, donde también están, si se quiere seguir tapeando, la taberna Las Mulas (9) (Ruipérez, 5; 968 22 05 61) y, desde 1935, la bodega Pepico del Tío Ginés (10) (Ruipérez, 4; 968 21 12 09): puro ambiente murciano. Un clásico, el Rincón de Pepe (11) (Apóstoles, 34; 968 21 22 39, www.restauranterincondepepe.com) ofrece un menú ejecutivo por 30 euros. La barra, excelentemente provista, es una buena alternativa para viajeros apresurados: su café capuchino tiene fama de ser el mejor de la ciudad. En la pedanía El Palmar, a unos cuatro kilómetros, La Cabaña (12) (Finca Buenavista, s/n; 968 88 90 06), reciente y única estrella Michelin de la cocina murciana, entre jardines, dispone de un menú de 60 euros.

16.00 Digestión con arte

Murcia y Salzillo (1707-1783, época de mayor esplendor, empujado por la industria de la seda) van indisolublemente unidos. Y el museo dedicado al genial imaginero (13) (plaza de San Agustín, 3; 968 29 18 93; www.museosalzillo.es; entrada 5 euros), junto a la iglesia de Jesús, es una visita imprescindible. El próximo jueves, 1 de abril, entre las 17.00 y las 21.00, hay acceso libre para contemplar la preparación de los monumentales pasos que desfilan en la mañana de Viernes Santo a hombros de los esforzados estantes en la Procesión de los Salzillos. El Jueves Santo por la tarde se concentran las campanas de auroros en la plaza de San Agustín (14), interpretando sus antiquísimas composiciones. En el museo deslumbra el belén formado por 556 piezas, foto fija de la Murcia del siglo XVIII, creado a lo largo de 24 años por Salzillo, quien murió antes de la culminación, y sus discípulos. Otro gratísimo encuentro con el arte aguarda en el Museo Arqueológico (15) (paseo de Alfonso X el Sabio, 7; 968 27 23 98; www.museosdemurcia.com), donde, además de sus valiosas colecciones permanentes, se exhibe hasta el 11 de abril Imágenes medievales de culto. Tallas de la colección El Conventet. 42 piezas románicas y góticas de los siglos XII al XVI reunidas por el coleccionista Francisco Godia y su hija Carmen, que salen por primera vez de Cataluña.

19.00 Ceutí, 'delicatessen' final

De martes a sábado está abierto hasta las 21.00. Por eso podemos culminar el día, en medio de una intensa luz de anochecer, en el cercano Ceutí, a 20 kilómetros de Murcia por la A-30. Allí aguarda la sorpresa final: La Conservera (16) (avenida de Lorquí, s/n; 868 92 31 32; www.laconservera.org), centro de arte contemporáneo inaugurado en 2009, con un espacio expositivo de 4.800 metros cuadrados y ubicado en una antigua fábrica de conservas. Sus exposiciones se plantean siempre en grupos de cuatro artistas que muestran su trabajo simultáneamente: hoy se inaugura un nuevo ciclo, que culminará el 27 de junio, con obras de Lily van der Stokker, Lili Dujourie, Elena del Rivero y Carolina Silva. No hace falta ser periodista del New York Times (el diario le acaba de dedicar un suculento espacio) para flipar ante la arriesgada apuesta que ha situado a este pueblo murciano de 10.000 habitantes en el mapa del nuevo arte internacional.

Plaza del Cardenal Belluga, con el ayuntamiento al fondo, en Murcia.
Plaza del Cardenal Belluga, con el ayuntamiento al fondo, en Murcia.M. Á. S.

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