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Reportaje:VAMOS A... GRAN CANARIA

El paisaje que contempla Shrek

La torre Woermann, un gigante verde desde el que se domina Las Palmas. Sus colores nos llevan al Museo Néstor

Heterogénea y colonial, con una mezcla de razas y de colores poco común en Europa, Las Palmas de Gran Canaria une a la actividad portuaria la tranquilidad y el refinamiento de barrios como Vegueta o Ciudad Jardín. Ofrecemos aquí varias posibilidades de visita tanto en la capital como en el resto de Gran Canaria. Desde la torre Woermann, en el mismo centro urbano, hasta el renovado parador de Tejeda, en el corazón de la isla. Y una visita recurrente: el extraordinario Museo Néstor.

01 Torre Woermann

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Un escenario para sentirse dromedario

Uno de los proyectos emblemáticos del estudio de los arquitectos Iñaki Ábalos y Juan Herreros (recién escindido). Con su característico remate inclinado, es, según los arquitectos, "un atlante que cabecea admirando el paisaje que contempla", el istmo de Santa Catalina de Las Palmas de Gran Canaria. Sobre su piel de cristal de 60 metros de alto trepan algas simbólicas amarillas y verdes, réplicas de las que conquistan los peñascos de la cercana playa de Las Canteras. Shrek -por su tamaño y el color de su piel, el edificio parece el ogro de los dibujos animados- asiente con la cabeza como advertencia sobre la conservación del entorno. La playa de Las Canteras ocupa la franja oriental del istmo. Sus tres kilómetros de longitud son el parque natural de la ciudad. En invierno disfrutan de sus aguas vecinos de la zona y turistas. De abril a octubre, la ciudad entera.

Hay que caminar la playa por la orilla durante la bajamar, cuando La Barra, arrecife natural a 200 metros de la costa, la convierte en una enorme piscina natural. Septiembre y octubre son los mejores meses para conocer sus fondos marinos. Las gafas, imprescindibles. Y calzado de goma, recomendable en prevención de los erizos. Cangrejos, canelos y cabozos pueblan sus charcos. Sargos, gueldes, fulas, pejeverdes, pulpos, salemas, morenas, gallos y viejas, sus fondos marinos. El paseo es un sinfín de apartamentos, heladerías, gimnasios, bazares, bares, restaurantes y terrazas. Las calles adyacentes, un hervidero de razas que se han venido instalando en la zona desde la construcción del puerto a finales del siglo XIX. En el extremo sur se encuentra el auditorio Alfredo Kraus, de Óscar Tusquets, realizado con piedra volcánica y decorado con esculturas de Juan Bordes inspiradas en motivos marinos. Alberga alguno de los principales eventos culturales de las islas. Próximamente, el 25º Festival de Música de Canarias (www.festivaldecanarias.com, del 9 de enero al 14 de febrero). Y del 6 al 14 de marzo, el 10º Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria (www.festivalcinelaspalmas.com).

02 El Museo Néstor

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El diseñador de moda francés Jean Paul Gaultier tuvo una fuente de inspiración para sus conocidas camisetas de rayas en los dibujos sobre el Don Juan de Mozart de Néstor Martín-Fernández de la Torre. Gaultier (como Yves Saint-Laurent o Freddie Mercury) ha sido turista habitual en Gran Canaria en las dos últimas décadas. Y visitante asiduo del Museo Néstor de Las Palmas. Lo cierto es que Néstor de la Torre fue un artista polifacético que hasta la década de los treinta del siglo pasado vivió a caballo entre París, Londres, Madrid y Barcelona. El crack del 29 lo devolvió a las islas hasta su prematura muerte en 1938. Pintor modernista y simbolista -uno de los últimos pintores simbolistas-, el Museo Néstor es también idea suya, lo mismo que el lugar donde se enclava, el Pueblo Canario, plaza irregular levantada a modo de set cinematográfico junto a la antigua ermita de Santa Catalina. El museo, dividido en 10 salas con unas 100 piezas del artista, prueba de forma irrefutable su enorme talento. Desde su infancia (en la sala dedicada a su juventud hay virtuosos dibujos fechados cuando tenía 10 años) hasta sus últimas Visiones de Gran Canaria, antecedente de las intervenciones de César Manrique en Lanzarote tres décadas después. Familia de artistas, su hermano, el gran arquitecto Miguel Martín-Fernández, autor del Cabildo Insular de Gran Canaria, fue uno de los introductores en España de la arquitectura del Movimiento Moderno, y quien puso en planos la idea de museo de su hermano. En el interior destaca el Poema del Atlántico (1912-1923), ocho lienzos cuadrados en una sala de inspiración bizantina con columnas doradas que representan simbólicamente los distintos momentos del día y estados de la mar. Acompañan a las figuras humanas sobre las olas enormes peces globos, morenas, gallos, peces luna, samas roqueras, rascacios y pescadillas, todos característicos de los fondos isleños. En la planta superior, los muebles y objetos decorativos del artista se mezclan con retratos y su obra modernista y simbólica más importante. Aquí destaca el inconcluso Poema de la Tierra, nuevamente, ocho lienzos de iguales dimensiones que los anteriores que muestran esta vez a una pareja de amantes entre cardones, dragos y otras plantas canarias para simbolizar las distintas fases del proceso amoroso en relación con las horas del día y estaciones del año.

» Museo Néstor (928 24 51 35. www.museonestor.com). Pueblo Canario. Parque Doramas. Las Palmas de Gran Canaria. Abre de martes a sábados, de 10.00 a 20.00. Los domingos, de 10.30 a 14.30. Entrada, 2 euros.

03 San Cristóbal

El barrio de San Cristóbal se emplaza en la costa donde comienza la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Hasta la década de los treinta del siglo pasado era lo único que se alzaba en medio de las plataneras, al sur del casco histórico de Vegueta. Lo refleja bien la primera película de tema canario, La hija del Mestre (1927), rodada íntegramente aquí. En 80 años pocas cosas han cambiado. Ahí siguen los mismos restos de la fortaleza que la preside, el castillo de San Cristóbal, construido en 1577 para disuadir a corsarios y potencias extranjeras. También muchas de sus casas, de vivísimos colores, y la alargada playa gris de callaos, donde los pescadores lanzaban sus redes al mar los días de bonanza. Hoy, el nuevo paseo, de casi un kilómetro de longitud, es lugar de tránsito de ciclistas y paseantes. No hay otro barrio de la ciudad donde se aprecie de modo tan cercano la potencia del océano. San Cristóbal es embate del mar poderoso contra las casas, a escasos seis metros de la costa. Los días de pleamares, violentas, las olas caen como puñetazos sobre los muros del nuevo paseo de piedra, quebrando en ocasiones las protecciones. El barrio es zona en expansión de la ciudad, aún inacabada. Por eso es aquí tan pertinente el diseño de la Casa Ruiz, de Magüi González, construcción desnuda de dos plantas que mantuvo las viejas paredes de piedra vista de la antigua vivienda para añadirles planchas de hormigón y madera de barco en la fachada. De hormigón son también las dos piscinas con que cuenta, una interior y otra en la azotea. Las callejuelas de San Cristóbal, con sus nombres alusivos a la cultura marinera, huelen a fritura de pescado. El barrio alberga algunos de los más recomendables restaurantes de pescados y mariscos de la ciudad.

» Restaurantes: El Pescador, junto al nuevo muelle (Marina, 81); La Sama (Marina, 87); El Chacalote (Proa, 2); La Marea de San Cristóbal (arrocería, Santiago Tejera Ossavarry, 82), y Los Botes, terraza sobre el mismo paseo.

04 Un salto en el tiempo

Cuando en 1862 un agujero se abrió bajo los pies de un campesino que cultivaba tuneras en las afueras de Gáldar, se escribía la primera página del descubrimiento de uno de los principales vestigios prehispánicos de Canarias, la Cueva Pintada de Gáldar, situada a 27 kilómetros de la capital, en el noroeste de Gran Canaria: una oquedad subterránea del siglo XIII cuyas paredes estaban pintadas con una serie de extrañas figuras geométricas en rojo, blanco y negro sobre arcilla. La extracción de tierras también dejó al descubierto los restos de un poblado aborigen, Agáldar en su nombre prehispánico, compuesto por 60 casas y cuevas artificiales que ocupaban una extensión de 6.000 metros cuadrados y cuyas construcciones más antiguas datan del siglo VI.

En 2006, el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada se abrió al público. Las visitas guiadas se acompañan de material audiovisual en tres dimensiones sobre las formas de vida de los canarios prehispánicos, un pueblo numeroso con formas de vida propias del paleolítico, forjado a golpe de arribadas casuales por mar o naufragios desde el primer milenio antes de Cristo. Esforzados constructores, un pueblo de agricultores, ganaderos y mariscadores, organizado en castas, que desconocía el arte de la navegación. Finos carpinteros y ceramistas, creyentes de sus propios ídolos. Expertos momificadores. Tras el audiovisual, un telón se levanta ante el visitante. El poblado queda al descubierto. Es un salto en el tiempo, brutal y turbador, que se recorre sobre una pasarela metálica de 375 metros. En el trabajo de recuperación, se han consolidado los muros de las casas preexistentes. Sobre dos de ellas se han reconstruido las viviendas. Son de baja altura. Hay que entrar agachado y sentir la experiencia de sentarse en sus camastros, vestidos sólo con pieles y esteras de junco. Una exposición alberga muchos de los vestigios recuperados. Figuras religiosas, cuencos cerámicos y los característicos sellos en barro o madera que identificaban propiedad y linajes llamados pintaderas. Sorprende descubrir que el complejo está hoy en pleno centro histórico del pueblo, junto a plazas e iglesias y pared con pared con casas habitadas.

» Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada (928 89 57 46; www.cuevapintada.com). Audiencia, 2. Gáldar. Entradas: 902 40 55 04. Adultos: 6 euros. De 10 a 18 años: 3,90 euros. Visitas de martes a sábado, de 9.30 a 18.00. Los domingos, de 11.00 a 18.00.

05 El cuervo Perico

Muchos visitantes ilustres han disfrutado de las instalaciones del parador de Cruz de Tejeda durante sus 70 años de historia. Entre ellos, un jovencísimo Marcello Mastroianni en 1954, cuando participó en un filme sobre la conquista de Gran Canaria. Situado en el centro de la isla a 1.560 metros de altitud, en un paraje de violentas quebradas, su reapertura está prevista para 2009. Construido en 1938 por Miguel Martín-Fernández sobre ideas desarrolladas por su hermano Néstor, los trabajos de rehabilitación han respetado y restaurado su decoración interior, que incluye exclusivos muebles y pinturas del pintor modernista canario. El renovado parador cuenta con centro de talasoterapia y una piscina exterior, de temporada, que se alarga hasta entrar en el bosque de pinos cercano.

Junto al recinto, una cruz de piedra labrada de 1960 tiene su origen en la erigida para orientación de los vecinos en el siglo XVII. Hoy orienta a la estoica burra Margarita cuando pasea a su alrededor a turistas sobre su lomo. Otro de los reclamos de la zona son los pintorescos quioscos cercanos. Ofrecen productos de la isla. Los clásicos polvorones de almendra de Tejeda, tarros de dulcísimo bienmesabe; crujientes suspiros de Moya; originales panes de papa o huevo de Juncalillo; exóticas mermeladas artesanales de Valsequillo de tuno, guayabo, mango, papaya o higo y miel, y sabrosas aceitunas del país con su característico mojo a base de laurel, orégano, ajo y naranja amarga. Los alrededores del parador están surcados por antiguos caminos reales recuperados. Pájaros canarios, picos picapinos y cernícalos acompañan en su paseo al senderista entre pinos canarios, retamas amarillas y tabaibas. Desde el parador se divisan los roques Nublo y Bentayga, emblemas de la isla.

El roque Nublo, de 80 metros de altura, es reto para escaladores durante todo el año. Hay que llegar caminando hasta su base, lo mismo que patear por el frondoso pinar de Tamababa, en el vecino municipio de Artenara, desde cuyos fabulosos peñascos se observa la villa marinera de Agaete a vista de pájaro. Imprescindible también es el Pico de Las Nieves, el lugar más alto de la isla, a 1.949 metros. Con el día despejado ofrece extraordinarios atardeceres. El silencio es total, sólo interrumpido por el aullido del viento y los graznidos del cuervo Perico (un ave que suele acudir a por comida). De noche es un enclave inmejorable para dejarse seducir entre estrellas fugaces.

» Parador de Cruz de Tejeda. cruztejeda@parador.es; www.parador.es.Teléfono: 928 01 25 00.

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Sala del Museo Néstor que exhibe <i>El amanecer</i> y <i>El mediodía</i>, dos obras de la serie <i>Poema del Atlántico.</i>
Sala del Museo Néstor que exhibe El amanecer y El mediodía, dos obras de la serie Poema del Atlántico.ALBERTO PAREDES
La torre Woermann, proyectada por el estudio Ábalos & Herreros en 2005.
La torre Woermann, proyectada por el estudio Ábalos & Herreros en 2005.LUIS ROCA ARENCIBIA
Histórica y turística a partes iguales, Las Palmas presume de ser capital de Gran Canaria y la mayor ciudad del archipiélago.Vídeo: CANAL VIAJAR

Guía

Cómo ir

» Iberia (902 400 500; www.iberia.com) opera seis vuelos diarios entre Madrid y Las Palmas desde 146 euros.

» Clickair (www.clickair.com) vuela entre Barcelona y Gran Canaria desde 130 euros.

» Spanair (902 13 14 15; www.spanair.com), unos 140 euros.

» Air Europa (902 401 501; www.aireuropa.com). Desde Madrid y Barcelona, por unos 140 euros.

Información

» Oficina de turismo en Las Palmas (928 29 36 98; www.turismodecanarias.com).

Víctor Hugo, 60.

» Centro Insular del Patronato de Turismo de Gran Canaria

(www.grancanaria.com/patronato_turismo; 928 77 15 50). Avenida de España, esquina con la avenida de Estados Unidos. Playa del Inglés.

» www.tejeda.es.

» http://turismo.maspalomas.com.

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